Actualizado 20/06/2016 17:41

Carlos Martínez: "Es una simplificación atroz afirmar que con Podemos España será como Venezuela"

Carlos martínez
CARLOS MARTÍNEZ

   MADRID, 15 Jun. (Notimérica) -

   La campaña electoral previa a las elecciones presidenciales españolas que tendrán lugar este 26 de junio parece haberse trasladado a Venezuela.

   Tras la imposibilidad de formar Gobierno el pasado mes de diciembre, el país afronta unos nuevos comicios con la sombra del 'sorpasso' como telón de fondo, un término que han adoptado periodistas y políticos para referirse a la opción de que Unidos Podemos (la candidatura conjunta entre Podemos --el partido de Pablo Iglesias--, Izquierda Unida y otras fuerzas de izquierdas) supere en número de escaños al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que lidera Pedro Sánchez, desplazándolo del segundo puesto y relegándolo así al tercer lugar.

   El primero seguiría siendo para el Partido Popular de Mariano Rajoy y el cuarto para Ciudadanos, la formación de Albert Rivera que se enmarca a sí misma en el centro del escenario político, aunque su programa electoral deja entrever una tendencia derechista que no tendría problemas en pactar con el PP un Gobierno de coalición para los próximos cuatro años.

   Los buenos resultados que se atribuyen a Unidos Podemos parecen haber puesto nerviosa a esta derecha (PP-Ciudadanos), que ha dejado de lado en campaña y precampaña los problemas de los españoles para alertar de los "peligros" que correría España en caso de que Iglesias y los suyos se alzasen con la presidencia, alegando que "los líderes de la formación morada tiene estrechos lazos con el 'régimen' de Nicolás Maduro" o que "el 'chavismo' es su modelo a seguir".

   Tanto es así que el propio Rivera se trasladó hace unas semanas a Caracas para reunirse con toda la oposición venezolana, desde donde aprovechó para decir a los españoles que "Podemos venía a Venezuela a buscar dinero y apoya lo que pasa aquí".

   Las dificultades que atraviesa Venezuela abren los telediarios y prensa escrita española día sí y día también y no son pocas las voces que han reclamado ya a los políticos que se centren en los problemas que atañen a España en lugar de acusar repetidamente a Pablo Iglesias de "chavista", "comunista" o "populista".

   Para tratar de entender las razones por las que los políticos españoles centran sus alegatos en convencer a la población de que con la llegada de Unidos Podemos "España se convertiría en la nueva Venezuela" --como han declarado Rajoy o Rivera--, el historiador e investigador del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá (IELAT), Carlos Martínez, ha concedido una entrevista a Notimérica en la que ha explicado las razones de esta preocupación repentina.

   ¿A qué responde el interés de los partidos políticos españoles por centrar su campaña electoral en Venezuela? ¿Por qué exactamente Venezuela y no cualquiera de los otros muchos países en los que el momento político, social o económico es igual de complejo?

   El surgimiento de Podemos en 2014 abrió un nuevo escenario político. Su aparición permitió la articulación de demandas que no habían sido satisfechas por la oferta electoral existente y la idea de que otras políticas eran posibles se empezó a abrir paso entre una buena parte de la ciudadanía.

   Ante el escenario que una posible victoria de Podemos puede abrir (cambio en las políticas y en la estructura de poder del Estado) hay diversos actores políticos, sociales y mediáticos que han actuado con suma virulencia contra dicha formación. Una de las maneras de atacar a dicha formación ha sido utilizar la relación que alguno de sus líderes tuvo con el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela antes de la formación del partido para hacer una extrapolación a España.

   Se ha pretendido caricaturizar la situación que vive el país caribeño para utilizarlo políticamente de dos maneras distintas. La primera es que una posible llegada de Podemos al poder traería los mismos problemas que sufre Venezuela a España. La segunda es argumentar que Podemos apuesta por el mantenimiento de supuestos regímenes no democráticos y que atentan contra los derechos humanos.

   ¿Tienen alguna base sólida esos argumentos?

   Ambos argumentos parten de una simplificación atroz y obvian intencionadamente algunos aspectos de la realidad venezolana. En primer lugar porque, pese a que actualmente existe una profunda crisis económica, la revolución Bolivariana ha producido durante sus años en el poder importantes avances sociales. Hoy en día hay dificultades económicas y están empeorando las condiciones de vida de la gente, pero ahora hay hospitales y escuelas en barrios donde antes de Chávez ni existían ni se esperaban. No todo han sido errores en la gestión económica del país.

   En segundo lugar se repiten 'machaconamente' los rasgos más excéntricos de los dirigentes venezolanos, pero se obvian los de la oposición. Se acusa al Gobierno de autoritarismo o de represor pero se obvia la extrema violencia con la que ha actuado algunos sectores de la oposición, incluyendo el asesinato de policías o de dirigentes chavistas. Se obvia también cómo estaba Venezuela antes de la llegada de Chávez al poder pintando una imagen idílica del país caribeño alejadísima de la realidad.

   Está estrategia no responde a una preocupación real por los derechos humanos o por la situación de Venezuela. Se busca caricaturizar el país para atacar políticamente en España a un rival político. Es por eso que ningún de esos partidos políticos preocupados por los derechos humanos denunció el asesinato de la activista Berta Cáceres hace unos meses, ni el suceso abrió ningún telenoticias u ocupo portada en algún de periódico, por poner un ejemplo reciente.

   ¿Esa falta de interés por los problemas que hay en España favorecerá a Podemos de cara al 26-J? ¿O es más previsible que se imponga el miedo y termine perjudicando a la formación de Iglesias?

   Los ataques sobre la formación morada han sido tan fuertes, y poco rigurosos en muchas ocasiones, que han terminado por inmunizarles. Electoralmente les hace poco daño, el daño que pudiera haberles hecho ya está hecho y actualmente todos los estudios de opinión coinciden en que Podemos tiene un electorado bastante estable. Sin embargo, el clima de crispación y de miedo puede ser rentable para los otros partidos políticos, especialmente para el PP.

   Hay votantes desencantados que posiblemente vayan a votar y no se queden en la abstención ante el temor de la llegada al poder de Podemos. Sería algo así como "Prefiero que gobiernen estos aunque ya no me gusten a tener que soportar las siete plagas bíblicas que traerán los bolivarianos". Es una estrategia efectiva pero defensiva y da buena cuenta de la victoria cultural que está consiguiendo Podemos.

   El electorado de Podemos está movilizado en positivo hacía el proyecto de país que propone la formación morada. Otros partidos políticos están recurriendo a formas reactivas para poder sostener sus proyectos políticos. A corto plazo, el miedo puede servir para aglutinar a los tuyos, pero a largo plazo esos partidos políticos necesitarán proponer nuevos e ilusionantes proyectos si quieren mantener o volver a conquistar el poder.

   ¿Es inteligente Podemos al no entrar a responder todas esas acusaciones que relacionan al partido con Venezuela?

   A Podemos le conviene hablar de los problemas de los españoles. Nace por esos problemas y se encuentra cómodo hablando de ellos, por lo que no es de extrañar que prefiera evitar hablar de Venezuela. De entrada porque es un tema del que realmente se conoce poco y que aparece en España simplificado. No se trata de debatir seriamente sobre la situación política, económica y social de Venezuela, sino de lanzar soflamas carentes de rigor para enzarzarse en debates superficiales.

   La pregunta que habría que hacerse es "¿Por qué ese interés en hablar de Venezuela por parte ciertos sectores políticos y mediáticos?". La respuesta nos indica una incapacidad de los sectores políticos tradicionales de afrontar los problemas de los españoles. Ante ese escenario, Podemos acierta no entrando a confrontar en ese espacio y eligiendo el terreno de juego de la política nacional donde se desenvuelve a la perfección.

   ¿Qué papel están jugando los medios de comunicación en esta situación?

   Los principales medios de comunicación en España son parte del entramado de poder que ha dirigido el país en las últimas décadas. Recomiendo un libro de Pascual Serrano titulado 'Traficantes de Información' (Editorial Foca, 2010) donde se detallan los intereses que hay detrás de los propietarios de los medios de comunicación en España. Cabeceras como El País, periódico de referencia desde la Transición, tienen importantes pérdidas económicas. Son medios con deudas económicas y por lo tanto con servidumbres respecto de los intereses políticos de sus propietarios. Eso explica la extrema virulencia con la que se ha recibido a Podemos desde la mayor parte de los medios de comunicación.

   El País llego a publicar en portada que Juan Carlos Monedero había mentido en su currículum académico, siendo desmentido en 24 horas por varias universidades que corroboraban dicho currículum. Uno debe de pensar si estos errores que se pueden solucionar con simples llamadas para corroborar la información, responden a fallos o son tácticas que buscan deslegitimar a un actor político. Si es lo segundo tal vez podamos comprender el gran interés que muestra la prensa española por caricaturizar Venezuela.