Actualizado 14/11/2014 20:18

Casi la mitad de los ministros de Rousseff ponen sus cargos a disposición de la presidenta

Dilma Rousseff, durante la convención nacional del PT.
Foto: STRINGER BRAZIL / REUTERS

RÍO DE JANEIRO, 14 Nov. (Notimérica) -

   La precipitada salida esta semana de la ministra de Cultura del Gobierno de Dilma Rousseff, Marta Suplicy, ha estado seguida de cartas de otros ministros en las que ponen su cargo a disposición de la presidenta. No se trataría de una dimisión como tal, sino de una fórmula protocolaria para evidenciar que Rousseff tiene el poder para decidir si siguen o no en el nuevo Gobierno.

   Suplicy publicó esta semana una carta abierta en su perfil de Facebook en la que anunciaba su salida del Ministerio de Cultura y al mismo tiempo criticaba indirectamente la política económica de Rousseff, a la que le deseaba estar "iluminada" a la hora de formar a su nuevo equipo.

   La forma en que salió del Gobierno no sentó muy bien las filas el Partido de los Trabajadores (PT) y muchos especulan con que lo que, en realidad, lo que quiere Suplicy es postularse a la alcaldía de São Paulo en 2016 -ya fue alcaldesa de esta ciudad entre 2000 y 2004--.

   Pero además de Suplicy alrededor de otros 15 ministros habrían entregado a Rousseff cartas de dimisión, aunque en este caso se trata más bien de un formalismo, ideado por el responsable de la Casa Civil, Aloizo Mercadante: "Es una forma de demostrar públicamente respeto a lo que fue el tema de la campaña, un equipo nuevo", aseguró Mercadante en rueda de prensa para explicar la idea, que ha sufrido críticas internas.

   Según el diario 'Folha de São Paulo' uno de los ministros de Rousseff aseguró que la entrega colectiva de los cargos no tiene sentido, ya que esos puestos en realidad ya pertenecen a la presidenta, que puede disponer de ellos en el momento que considere adecuado. En un principio la idea era que los ministros entregaran las cartas la semana que viene, cuando Rousseff vuelva de la cumbre del G-20 en Australia, pero la salida de Suplicy ha precipitado todo.

   Entre los que han puesto sus cargos a disposición de Rousseff están el propio Mercadante, Mauro Borges (ministro de Desarrollo, Industria y Comercio), Clécio Campolina (Ciencia y Teconoloigía), José Henrique Paim (Educación), Moreira Franco (Aviación Civil), Thomas Traummann (Secretaría de Comunicación), Marcelo Neri (Asuntos Estratégicos), Luís Inácio Adams (Abogacía general de la Unión) y Francisco Teixeira (Integración Nacional). Otros, como Manoel Dias (Trabajo) y César Borges (Puertos) han manifestado que lo harán en los próximos días.

   El Gobierno de Brasil cuenta con 39 ministerios, entre ministerios propiamente dichos y secretarías y gabinetes con estatus de ministerio. Ahora Rousseff podrá renovar o mantener a sus ministros, aunque tiene tiempo para hacerlo, ya que su nuevo mandato no empezará de forma oficial hasta el próximo 1 de enero. Uno de los cambios ya anunciados -y muy esperado por el mercado financiero-- es el del ministro de Economía, Guido Mantega. Se prevé que Rousseff nombre a su sustituto antes de que termine noviembre.