Actualizado 10/05/2007 00:31

CELAM.- El Papa hace un llamamiento por la defensa de la vida, la familia y la juventud a su llegada a Sao Paulo

Benedicto XVI es recibido por 'Lula', que destaca el papel "fundamental" de la Iglesia católica en Brasil y la trayectoria de "respeto y cooperación" que les unen


SAO PAULO, 9 May. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Caldito) -

El Papa Benedicto XVI hizo hoy un llamamiento por la defensa de la vida, la familia y la juventud a su llegada al aeropuerto de Guarulhos, en Sao Paulo, donde fue recibido por el presidente de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva. En su primer discurso en el país, el Santo Padre señaló que el motivo de su visita pastoral es la inauguración de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y Caribe (CELAM), donde, aseguró se promoverá "el respeto por la vida, desde su concepción hasta su declive natural".

Nada más pisar suelo brasileño y tras ser saludado por 'Lula' y su esposa, Marisa Letícia, Benedicto XVI, sonriente, manifestó su alegría por encontrarse en Brasil, un país que "ocupa un lugar muy especial en el corazón del Papa no sólo porque nació cristiano y posee el mayor número de católicos, sino sobretodo porque es una nación rica en potencialidades, con una presencia eclesial que es motivo de alegría y esperanza para toda la Iglesia".

Por su parte, 'Lula' se declaró "doblemente honrado" con la visita del Papa, "como cristiano y como presidente de la República". El presidente destacó que la Iglesia católica ha sido y es "fundamental para la vida brasileña" y ha contribuido "a su elevación espiritual, moral y social", y aseguró que Brasil comparte con el Papa su "justa preocupación" por la defensa de la familia.

El avión en el que viajaba el Santo Padre, un Boeing 777 de la compañía Alitalia, aterrizó alrededor de las 16:00 hora local (21:00 hora peninsular española), más de media hora antes de lo previsto, en Sao Paulo, que hoy registraba su día más frío del año, pero sin la lluvia que azotaba desde ayer la ciudad.

Tras agradecer la "amable acogida" a las autoridades y representantes de la Iglesia y saludar a "todos los brasileños sin distinción", el Papa recordó que el "objetivo" de su viaje --el primero a América Latina, y que "soprepasa las fronteras nacionales"-- es presidir, en la ciudad de Aparecida, la sesión de apertura de la V Conferencia General del Episcopado de América Latina y Caribe (CELAM), de donde saldrán "las propuestas eclesiásticas que podrán dar un nuevo vigor e impulso misionero a este continente".

Así, destacó que Brasil "deberá servir de cuna a las propuestas eclesiásticas que podrán dar un nuevo vigor e impulso misionero a este continente". En este sentido, recordó cómo los católicos "son mayoría" en la región, por lo que, dijo, "deben contribuir de modo particular al servicio del bien común de esta nación".

"VALORES RADICALMENTE CRISTIANOS"

El Santo Padre aseguró que tanto Brasil como toda América Latina, "conservan valores radicalmente cristianos que jamás serán cancelados". Según el Papa, durante la Conferencia de Aparecida será "reforzada esta identidad" cristiana con la promoción "del respeto por la vida, desde su concepción hasta su natural declive, como exigencia propia de la naturaleza humana". Además, dijo, se hará también "una promoción de la persona humana, eje de la solidaridad, especialmente con los pobres y los desamparados".

Con estas palabras, el Papa abordaba a su llegada a Brasil una de las polémicas que afecta al subcontinente americano y a Brasil: la legalización del aborto. Ya durante el vuelo que le trajo desde Roma, el Papa criticó a los políticos que defienden la interrupción voluntaria del embarazo. En declaraciones a los periodistas, el Papa dijo que "no es nada nuevo" la excomunión de los diputados que respaldaron la legalización del aborto en las primeras 12 semanas del embarazo en la Ciudad de México, ya que, afirmó, "así está previsto en la doctrina de la Iglesia".

"La Iglesia sólo quiere indicar los valores morales de cada situación y formar a los ciudadanos para que puedan decidir consciente y libremente", señaló el Papa en Sau Paulo. Así, dijo "no dejará de insistir en el empeño que habrá que dar para asegurar el fortalecimiento de la familia, como célula de la sociedad, de la juventud, cuya formación constituye un factor decisivo para el futuro de la nación, y, finalmente, pero no por último, defendiendo y promoviendo los valores subyacentes en todos los segmentos de la sociedad, especialmente de los pueblos indígenas".

El Papa terminó su primer discurso en Brasil, pronunciado íntegramente en portugués, agradeciendo la "calurosa acogida" recibida e invocando la "protección materna de Nuestra Señora de la Concepción Aparecida, evocada también como Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de las Américas, para que proteja e inspire a los gobernantes en la dura tarea de ser promotores del bien común, reforzando los lazos de la fraternidad cristiana para el bien de todos sus ciudadanos".

Por su parte, el presidente brasileño destacó, durante su discurso previo al del Sumo Pontífice, la "trayectoria de respeto mutuo y cooperación" que une a Brasil con la Iglesia católica, al tiempo que destacó las iniciativas compartidas por ambos para "mejorar la vida" del pueblo. En este sentido, se refirió a la "acción global contra el hambre y la pobreza" que ha emprendido Brasil y que cuenta con el apoyo de la Iglesia.

"La Iglesia católica es portadora de valores que penetran profundamente en la sociedad brasileña", aseguró 'Lula', quien acto seguido destacó que el Gobierno "comparte la justa preocupación por el reforzamiento de la familia, auténtica vida comunitaria y social" con la Iglesia. Así, aseguró que el avance en la justicia "pasa por revitalizar los lazos familiares, el papel ético y educativo de la familia".

Asimismo, el presidente se refirió a la juventud y la educación, como otras dos preocupaciones compartidas por la Iglesia y el Estado brasileño. En concreto, indicó que una educación "de calidad y para todos es vital para el fortalecimiento de la democracia, política, económica y cutural".

Tras esta primera ceremonia, en la que también fue saludado por representantes de la Iglesia y de las autoridades locales, el Papa fue trasladado en helicóptero hasta el aeropuerto de Campo de Marte, donde saludaría oficialmente a los responsables de la ciudad.

Finalmente, Benedicto XVI utilizará el 'papamóvil' para llegar hasta el Monasterio de Sao Bento, donde permanecerá hospedado durante los días que estará en Sao Paulo, aunque la lluvia podría obligar a suspender el recorrido. A su llegada al monasterio, saludará a los brasileños desde un balcón. Cientos de personas esperaban desde esta mañana frente al balcón, a pesar del frío y la lluvia, la llegada del Santo Padre.