Actualizado 10/05/2007 02:03

CELAM.- El Papa se reunirá mañana con 'Lula' y mantendrá un encuentro ecuménico antes de la celebración con los jóvenes


SAO PAULO, 10 May. (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Laura Caldito) -

El Papa Benedicto XVI tendrá mañana una apretada agenda en su segundo día de visita a Sao Paulo, que culminará con un multitudinario encuentro con los jóvenes en el estadio de Pecaembú. Antes, se habrá reunido con el presidente brasileño, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, así como con representantes de otras religiones.

Tras llegar al aeropuerto de Guarulhos, donde dirigió sus primeras palabras a los brasileños, Benedicto XVI se trasladó al Monasterio de Sao Bento, donde permanecerá hospedado durante los días que estará en Sao Paulo, antes de partir para la ciudad de Aparecida, para inaugurar la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y Caribe (CELAM).

Mañana, el Santo Padre iniciará su jornada con una misa privada en la capilla del monasterio. Después, se trasladará al Palacio dos Bandeirantes, donde será recibido por el presidente 'Lula', con quien mantendrá un encuentro de aproximadamente media hora de duración y que ha sido el encargado de recibir hoy también al Sumo Pontífice. En su discurso de bienvenida, elogió el "liderazgo espiritual y moral" del Papa, "imprescindible para que la sociedad se enfrente y supere los enormes desafíos en el amanecer de este nuevo milenio".

Esta semana, el presidente brasileño manifestó su intención de discutir con el Romano Pontífice las políticas sociales puestas en marcha en el país, tras afirmar que la Iglesia "ya participa en casi todas las políticas públicas para el pueblo más pobre, para el oprimido". "Sobre todo, discutiré con el Papa las políticas sociales que estamos haciendo en Brasil para que él, como la persona más importante de la Iglesia católica, pueda ayudar a diseminar estas buenas políticas públicas en el mundo, donde la Iglesia católica tiene un papel importante", agregó.

Asimismo, el presidente aseguró que invitará a Benedicto XVI a comprometerse en la lucha contra la pobreza y la exclusión social, como hizo con Juan Pablo II hace años en una carta, aunque no dio más detalles acerca de la invitación. En su discurso de bienvenida 'Lula' agradeció especialmente el apoyo del Vaticano en su lucha "contra el hambre y la pobreza".

A mediados de abril, la oficina del presidente informó de que 'Lula' pretendía abordar con el Papa la cuestión del hambre en el mundo, los esfuerzos internacionales para la solución pacífica de los conflictos y la lucha contra la pobreza. Fuentes gubernamentales informaron entonces de que en el encuentro no se tratarían cuestiones de política interna de Brasil, dado que se trata de una visita pastoral y no un viaje de Estado.

ENCUENTRO ECUMÉNICO

Después de entrevistarse con 'Lula', el Papa volverá al Monasterio de Sao Bento, donde mantendrá un encuentro con representantes de otras iglesias cristianas y de las comunidades judía y musulmana. Según explicó en su día el coordinador de la Secretaría Ejecutiva que prepara la visita del Sumo Pontífice, Pedro Luiz Stringhini, el encuentro fue sugerido al Vaticano por la Archidiócesis de Sao Paulo y por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB, en sus siglas en portugués).

Stringhini indicó que el encuentro no será una audiencia, y que no están previstas discusiones respecto a los problemas comunes de las religiones ni la presentación de discursos. "Es un momento en el que el Papa saludará a estas personas, un encuentro casi protocolar, para mostrar la necesidad de que las religiones dialoguen para la construcción de la paz", dijo.

Entre los representantes de las diferentes comunidades cristianas estarán el pastor luterano Carlos Moller, presidente del Consejo Nacional de Iglesias Cristianas en Brasil (CONIC), del que también forman parte las Iglesias católica, luterana y anglicana. Las iglesias pentecostales, como la Iglesia Universal del Reino de Dios y Renacer en Cristo no participan en el CONIC, y no estarán presentes en el encuentro ecuménico.

Según la prensa local, el pastor luterano Walter Altmann, presidente del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), órgano que reúne a 350 iglesias ortodoxas, protestantes, evangélicas y, en menor grado, pentecostales, también tendrá la oportunidad de saludar al Papa. Tras el encuentro ecuménico, el Papa almorzará a las 13:15 horas en el Monasterio de Sao Bento con los miembros de la recién elegida Presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil y con miembros de la comitiva papal.

CELEBRACIÓN CON LOS JÓVENES

El acto culminante de la jornada será el encuentro con los jóvenes que protagonizará el Sumo Pontífice en el estadio de fútbol de Pecaembú. Un total de 40.000 jóvenes procedentes de 204 diócesis de Brasil y representantes de Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Perú, Honduras y México. Se espera que sean hasta 1.000 los participantes provenientes de otros países. Además, unos 300.000 jóvenes podrán seguir la celebración desde el exterior del estadio, mediante los paneles que se han instalado en la plaza Charles Müller.

Aunque el encuentro --bajo el nombre de 'Joven, discípulo y misionero de Cristo'-- no comenzará hasta las 18:00 horas, a partir de las 15:00 horas habrá un 'pre-evento', con momentos de oración, de reflexión y con la actuación de grupos católicos. Las puertas para entrar en el estadio abrirán a las 11:00 horas y se cerrarán a las 17:00, de modo que esté todo preparado para la llegada del Santo Padre, que abandonará el recinto entorno a las 20:00 horas. La música oficial de la visita del Papa al país --'Bento, Bendito el que viene en nombre del Señor'-- acompañará la entrada y la salida del estado del Romano Pontífice.

Una vez finalizada la celebración, los jóvenes protagonizarán una vigilia en el aeropuerto de Campo de Marte, donde el día después el Papa oficiará la misa de canonización de Frei Galvao, el que será el primer santo brasileño.

En su primer día en Sao Paulo, el frío y la lluvia acompañaron al Santo Padre, que durante su recorrido en 'papamóvil' por las calles de la ciudad y en su saludo desde el balcón del Monasterio de Sao Bento tuvo ocasión de comprobar el entusiasmo con el que los brasileños esperaban su visita. El Papa agradeció la "calurosa acogida" recibida y aseguró que, estos días, la Iglesia está "en fiesta".