MÉXICO DF, 5 Ene. (EUROPA PRESS) -
Centroamérica está entrando en una fase "extraordinariamente crítica" a causa de la violencia desatada por el narcotráfico, pero muy especialmente por la actividad del grupo delictivo Los Zetas, que se está apoderando del mercado de la cocaína y la anfetamina, alertó el embajador mexicano ante la ONU, Jorge Montaño.
La situación creada por las operaciones del crimen organizado mantienen amenazada la paz y la estabilidad en Centroamérica, mientras Estados Unidos ve a esta región como "una zona perdida", cuando su apoyo --según Montaño-- es fundamental en la guerra contra los cárteles por ser uno de los principales consumidores de droga del mundo.
Montaño aseguró que la lucha que libran las fuerzas de seguridad en México contra los grupos de la droga ha forzado a los narcotraficantes a modificar sus estrategias y rutas en Centroamérica con conexión directa a Estados Unidos, informó este miércoles el diario local 'El Universal'.
El embajador mexicano encabezó una misión de especialistas de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) de la ONU que visitó recientemente Guatemala, considerado uno de los puntos de mayor escala de la droga procedente de Colombia y Perú que tiene como destino territorio norteamericano.
Centroamérica y México se encuentran actualmente atrapados entre los grandes productores de droga del mundo, que son Perú y Colombia, y Estados Unidos, el principal mercado de la cocaína, de acuerdo con informes elaborados por Washington, la JIFE y la organización norteamericana Stratfor Global Intelligence.
Un mapa elaborado por Stratfor revela que una buena parte de los cargamentos de cocaína se mueve por tres rutas. La primera desde Colombia y llega por aire a El Salvador, Honduras y Guatemala, desde donde es introducida en México por tierra vía Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
La segunda entra por el Pacífico y llega a México a través de Acapulco y Puerto de Lázaro Cárdenas, desde donde la droga se reenvía a Puerto Vallarta, Mazatlán y Culiacán.
La tercera va por el Golfo de México y el Caribe procedente de Colombia, Venezuela y Brasil. Llega a las ciudades mexicanas de Veracruz y a Cancún.
Según datos del Departamento de Estado, en el año 2010 entre 250 y 300 toneladas de cocaína pasaron por Guatemala en su ruta hacia Estados Unidos, en operativos clandestinos que estaban coordinados por Los Zetas. Se estima que más del 40 por ciento de la cocaína que se vende en la primera potencia pasa por Centroamérica, señala el rotativo.
En los últimos años, Los Zetas se han apoderado del control de las rutas de la droga establecidas en Guatemala, situación que obligó al presidente de ese país, Álvaro Colom, a declarar el pasado 19 de diciembre el estado de emergencia en el departamento de Alta Verapaz (norte), fronterizo con México. Pero además ese grupo armado mexicano ha conquistado el mercado de las anfetaminas procedentes de la India y Bangladesh.
APOYOS
Montaño adelantó que la situación del narcotráfico en Centroamérica aparece reflejada en el informe correspondiente al año 2011 que el Banco Mundial dará a conocer el próximo febrero, que incluye ayudas a estos países que, de seguir esta situación, podrían ser catalogados como "estados fallidos" porque tienen un control "limitado" sobre sus territorios.
A su juicio, el Gobierno de Felipe Calderón "tiene que asumir un papel como el que tuvo en Centroamérica con los mecanismos de paz en los noventa", tras las guerras civiles que azotaron a varios países. "Esto es importante ahora porque la región puede entrar en un nuevo estado fuera de control si no tiene una asistencia y un apoyo decisivo de México y de Estados Unidos", indicó en declaraciones citadas por 'El Universal'.
Así, lamentó que Estados Unidos vea el sur de su frontera --que implica a México y Centroamérica-- como "una zona perdida". "Entonces, ahora la pregunta es: ¿qué están haciendo en Afganistán cuando la casa se les está quemando de ese lado?", indicó el embajador mexicano ante la ONU.
Según datos de la JIFE, en Estados Unidos hay unos 5,3 millones de adictos a la cocaína, pero además se deben sumar los consumidores de marihuana y otras variedades de drogas, lo que le convierte en el principal mercado en el continente y en el epicentro del conflicto que se ha desatado en la región, que tan solo en México se ha cobrado la vida de más de 30.000 personas en los últimos cuatro años.
"Apoyamos la paz en Centroamérica y lo hemos seguido haciendo en una situación tan dramática y dura como la están viviendo", expresó Montaño.