Publicado 24/10/2019 17:14

Cesados varios altos cargos de las fuerzas de seguridad de Irak tras la muerte de 150 civiles en las últimas protestas

MADRID, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, ha anunciado este jueves el cese de varios altos cargos de las fuerzas de seguridad, incluido el jefe del Mando de Operaciones en Bagdad, tras la represión de las recientes manifestaciones contra el Gobierno.

El primer ministro ha nombrado como nuevo jefe del Mando de Operaciones en la capital a Qais al Mohamadaui, quien asumirá el cargo durante la jornada de este jueves, según fuentes de seguridad citadas por la cadena de televisión iraquí Al Sumaria.

El comité gubernamental que investigó la represión de las protestas recomendó en su informe final el cese de varios altos cargos, incluido el hasta ahora jefe del Mando de Operaciones en Bagdad, Yalil al Rubaie.

El propio Abdul Mahdi afirmó el miércoles que las autoridades "abordarán los errores" cometidos durante la represión de las protestas, que se saldaron con la muerte de cerca de 150 civiles.

"Haremos frente a los errores, mientras mantenemos nuestro apoyo firme al Ejército, la Policía y los peshmerga --las fuerzas de seguridad kurdas--", dijo, según la agencia iraquí de noticias NINA.

Asimismo, pidió a los partidos políticos que trabajen mano a mano "para solucionar los problemas" y lograr "el bien común" en el país asiático. "Escuchamos las demandas de nuestro pueblo y trabajamos para satisfacerlas", zanjó.

Las protestas, marcadas por las críticas por la falta de empleo, el mal estado de los servicios públicos y la corrupción, estallaron el 1 de octubre y desencadenaron en los días posteriores una violenta respuesta por parte de la Policía, a la que se ha acusado de utilizar fuego real.

Un informe publicado el martes por una comisión de investigación gubernamental indicó que durante las mismas murieron 149 civiles y ocho miembros de las fuerzas de seguridad y apuntó que cerca del 70 por ciento de los manifestantes murieron por disparos en el pecho y la cabeza.

En respuesta, la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI), expresó su preocupación por la actuación de las fuerzas de seguridad y ha revelado que sus investigaciones han detectado indicios "creíbles" de que se produjeron "graves" violaciones de los Derechos Humanos, entre ellos ejecuciones extrajudiciales de manifestantes desarmados.

Entre los presuntos abusos detectados, se incluyen medidas de represión destinadas a "limitar la información disponible de las manifestaciones", como pueden ser "arrestos arbitrarios, amenazas y acoso, confiscación de equipos, borrado de material, ataques contra los medios y restricciones al envío de información".

Por ello, instó a las autoridades a adoptar "medidas concretas" que permitan subsanar los errores detectados para sucesos futuros, garantizando por ejemplo que quienes hayan cometido abusos rindan cuentas por sus actos. También pidió a los manifestantes que actúen siempre conforme a la ley, "de forma pacífica y no violenta".