Actualizado 22/07/2009 04:12

Chávez reaviva tensión con Colombia por alianza con EEUU

Por Enrique Andrés Pretel y Luis Jaime Acosta

CARACAS/BOGOTA (Reuters/EP) - Las relaciones entre Venezuela y Colombia volvían a tensarse el martes, luego de que el presidente Hugo Chávez anunciara que revisará las relaciones con el vecino país por su alianza militar con Estados Unidos y Bogotá le pidiera que no interfiera en sus asuntos internos.

Ambos gobiernos han protagonizado recurrentes crisis políticas en los últimos años y la firma de un acuerdo que amplía la presencia militar estadounidense en Colombia podría volver a generar roces entre dos naciones que comparten vitales lazos económicos y comerciales.

"(Esas) bases militares norteamericanas en Colombia, además de las que ya tienen, me ha obligado a mí a ordenar, como he ordenado, una revisión integral de nuestras relaciones con Colombia, lamentablemente", dijo Chávez el martes en un acto transmitido en cadena nacional de radio y televisión.

"En verdad es una amenaza contra nosotros", agregó el mandatario venezolano, quien ha criticado en numerosas ocasiones la estrecha relación que mantienen Colombia y Estados Unidos, sus dos principales socios comerciales.

Sin embargo, el Gobierno de Alvaro Uribe defendió el incremento de la cooperación militar con Washington para combatir el narcotráfico y las guerrillas, asegurando que el acuerdo sólo contempla ampliar el uso de la infraestructura nacional y no la instalación de nuevas bases estadounidenses.

"Nosotros nunca como Gobierno Nacional hemos manifestado una posición que tenga injerencia sobre asuntos internos de otros estados", respondió el martes el canciller colombiano, Jaime Bermúdez, en un debate en el Congreso.

Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega -aliados de Chávez-, y funcionarios ecuatorianos, también han cuestionado que Colombia permita el uso de bases militares en América Latina.

Uribe, un líder conservador que busca un acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos, ofreció el acuerdo luego de que Ecuador se negara a renovar el uso de una base que Washington utilizaba en su territorio para coordinar operaciones antinarcóticos en el Pacífico.

LA AMENAZA DEL "IMPERIO"

Venezuela y Colombia atravesaron en el 2008 su peor crisis diplomática en años a raíz de un ataque del Ejército colombiano a un campamento guerrillero en Ecuador, una operación que hizo sonar tambores de guerra en la región.

Para muchos analistas, las tensiones bilaterales son utilizadas por Chávez y Uribe para exaltar el nacionalismo en momentos difíciles y aglutinar a sus seguidores ante un "enemigo externo" que desvíe la atención de los problemas domésticos.

Por años, el mandatario venezolano había centrado sus críticas en el ex presidente estadounidense George W. Bush, al que acusa de estar detrás de su breve derrocamiento en el 2002, pero la llegada de Barack Obama al poder este año diluyó parte de su retórica "antiimperialista".

Sin embargo, Chávez retomó la línea dura contra la Casa Blanca a raíz del golpe de Estado militar en Honduras que derrocó a su aliado Manuel Zelaya el mes pasado.

"Donde no hay ninguna duda es en que el Imperio (estadounidense) está apoyando el golpe de Estado en Honduras y eso es una amenaza contra todos nosotros", dijo, pese a que Washington ha amenazado con cortar la ayuda al gobierno de facto en Honduras para exigir la restitución de Zelaya.

Colombia, por su parte, aseguró que no se pronunció sobre la presencia de buques de guerra rusos en aguas venezolanas para hacer maniobras militares, ni las crecientes relaciones de Caracas con los gobiernos comunistas de Cuba y China.

"¿Por qué? Por convencimiento propio, por respeto a ese principio fundamental (de no injerencia), y no lo hemos hecho con Venezuela ni con ningún país", dijo Bermúdez.

El acuerdo preliminar autorizaría a Estados Unidos a usar tres bases militares colombianas, sin aumentar la cantidad de personal estadounidense en ese país, que según cifras del Ministerio de Defensa asciende a 800 militares y 600 contratistas.

Desde el 2000, Washington ha entregado a Bogotá más de 5.000 millones de dólares en asistencia militar, entrenamiento y cooperación social para ayudar al país en su lucha contra el narcotráfico y grupos armados ilegales como las guerrillas izquierdistas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

(Por Enrique Andrés Pretel y Luis Jaime Acosta; editado por Javier Leira)