SANTIAGO, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
Unos 1.200 médicos, odontólogos y farmacéuticos de la región metropolitana comenzaron este martes una huelga de 48 horas en solidaridad con los empleados públicos chilenos que iniciaron este lunes un paro de tres días para exigir al Gobierno de Michelle Bachelett un reajuste salarial de un 8 por ciento.
La Federación Nacional de Asociaciones Médicas, que agrupa al 90 por ciento de los médicos de esa región, hizo un llamamiento a todos los profesionales de la salud a que se sumen a esta protesta y atiendan únicamente los casos de urgencias.
El presidente de la Federación, Alejandro Santander, indicó que unos seis hospitales y centros de salud de atención masiva resultarán afectados con esta huelga que se extenderá hasta mañana y no descarta que en las próximas horas se sumen hospitales de las ciudades de Valparaíso y Quillota.
Los médicos permanecerán en sus puestos de trabajo pero suspenderán todas las consultas y operaciones que tenían previstas para estos días que durará la protesta. Santander garantizó que los casos en urgencia serán atendidos sin discriminaciones.
"Es decir, aquellas cosas que sean postergables se van a postergar", explicó Santander en declaraciones a la prensa, al advertir de que esta huelga "lamentablemente va a incrementar las listas de espera" para consultas y cirugías.
En este sentido, aclaró que se trata de una "movilización activa" y no de un paro como tal, porque "un médico no puede pararse por completo, es éticamente inviable que no atendamos las emergencias".
Los médicos se han sumado a esta protesta para "solidarizar con el petitorio de los empleados fiscales, considerando que nosotros somos empleados fiscales", y esperando que estas medidas de presión "abran un espacio de negociación y de acuerdo para terminar con estos paros del sector público de noviembre, que parecen ser parte de las efemérides chilenas".
Trabajadores del sector público de Chile comenzaron este lunes una huelga de tres días convocada por la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), para exigir al Gobierno de Michelle Bachelett un reajuste en los salarios.
Esta es la segunda huelga que protagonizan los empleados fiscales este mes. La primera se realizó entre el 3 y 4 de noviembre, pero el Gobierno rechazó la propuesta de subir los sueldos un 8 por ciento, ofreciendo solamente el 2,5 por ciento de aumento.
La ANEF ha denunciado que el 51 por ciento de los empleados del sector público tienen contratos temporales que se renuevan todos los años, lo que les impide acumular antigüedad como el resto de los trabajadores que forman parte de la plantilla de contratos fijos.