SANTIAGO, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Sebastián Piñera se siente conmovido por el asesinato de Enrique Arancibia Clavel, un exagente de los servicios de Inteligencia del régimen Augusto Pinochet (1973-1990) quien apareció muerto en su oficina en Buenos Aires, ha manifestado el ministro chileno del Interior, Rodrigo Hinzpeter.
"El señor Arancibia Clavel fue condenado por participar en un crimen estremecedor y doloroso para el país, pero naturalmente el asesinato del que fue víctima en Argentina nos conmueve por ser un crimen de esa naturaleza", ha dicho Hinzpeter en un acto en la región de Valparaíso.
El cadáver de Arancibia Clavel fue hallado por un amigo en su oficina de Buenos Aires con alrededor de 20 puñaladas. El exoficial de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) se encontraba en libertad condicional tras haber sido condenado a cadena perpetua en 2004 por el homicidio del general chileno Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert.
Hinzpeter ha anunciado que el Ejecutivo de Piñera solicitará a la Embajada de Chile en Buenos Aires que recoja los antecedentes del homicidio del exoficial de la DINA para poder establecer el posible móvil del crimen. "Sólo a partir de eso el Gobierno va a adoptar las medidas que sean necesarias", ha explicado.
"Lo más serio, por respeto a la familia que hoy día está viviendo momentos de profundo dolor, es no esbozar hipótesis, porque creemos que es muy doloroso e innecesario en este momento", ha agregado.
Aunque Arancibia Clavel había sido sentenciado a cadena perpetua, logró el beneficio de libertad vigilada en Buenos Aires. El exagente de Inteligencia es, hasta la fecha, el único condenado por el asesinato del general Prats y su esposa.