Piñera, favorito en las encuestas, podría desbancar, por primera vez en 20 años, a la izquierda del poder
SANTIAGO, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, celebró este martes el cara a cara televisado que protagonizaron este lunes el candidato socialista, Eduardo Frei, y el conservador Sebastián Piñera, porque sirvió para mostrar las "diferencias" entre candidatos y programas electorales.
El debate que anoche mantuvieron Frei y Piñera, organizado por la Asociación nacional de Televisión (Anatel), será la última oportunidad para contrastar las líneas directrices que impulsarán los candidatos si resultan vencedores de la segunda vuelta electoral de las elecciones presidenciales y legislativas en Chile, este domingo 17 de enero.
La jefa de Estado socialista insistió en que "no da lo mismo quien gobierne" en Chile y defendió la necesidad de respaldar al candidato de la Concertación que es, dijo, quien asegura la protección social, un modelo de educación de calidad y defenderá la lucha contra el abuso.
"Yo siempre he dicho que no da lo mismo quien gobierne y lo he dicho porque creo que no da lo mismo quien gobierne para asegurar protección social, para que haya una educación pública de calidad y para que se pueda defender a los ciudadanos contra los abusos", explicó la mandataria tras inaugurar una estación de metro.
La mandataria, que goza de un índice de popularidad de más del 80 por ciento aunque no puede presentarse a un segundo mandato consecutivo, destacó que el debate fue sobre todo "bueno" para que los candidatos pudieran "plantear sus propuestas al país".
"Creo que los ciudadanos que han visto el debate han podido comprobar que hay dos candidatos que tienen distintas opciones", insistió. "Los ciudadanos los que tendrán que sacar sus conclusiones y espero que hayan visto el debate porque creo que ahí se mostraron claramente las diferencias entre los candidatos", concluyó.
A pesar de la estructura rígida del debate, hubo momentos de tensión, sobre todo cuando Piñera y Frei se enfrentaron en cuestiones como el número de empleos que impulsarán bajo su mandato si son elegidos y sus diferencias sobre los Derechos Humanos.
El candidato de la Concertación de centro izquierda rechazó que Piñera esté en condiciones de crear un millón de puestos de trabajo como ha prometido en campaña en los próximos cuatro años con unas previsiones de crecimiento económico de entre el 5 y 6 por ciento para los próximos años salvo que fueran creados por el propio Gobierno.
"Con todas las proyecciones que existen hoy día, no hay por dónde conseguir ese millón de empleos", aseguró Frei. El candidato de izquierda aseguró que si gana estaría "en condiciones de crear entre 700 y 800.000" nuevos puestos de trabajo.
Piñera no tardó en contestarle de forma irónica al asegurar entender "que el senador Frei sienta que no es capaz de crear un millón de empleos". "Cuando él fue presidente creó solamente 50.000 al año. En el empleo fue el peor gobierno que ha tenido la Concertación. Queremos corregir esa falla. Tal vez para Eduardo es imposible, para nosotros sí es posible", criticó el conservador.
Frei defendió su gestión económica para enfrentar la crisis asiática de 1982. "Manejamos la crisis mucho mejor que cuando ellos fueron gobierno", aseguró.
Mientras que Piñera no descartó impulsar "una reforma tributaria" y "dar un alivio tributario a las personas y a las PYMES" aumentando los impuestos por ejemplo para gravar la contaminación o el tabaco, el candidato de izquierda defendió aumentar las regalías a la minería, uno de los más importantes en Chile.
Asimismo, al teorizar sobre lo que significa progreso para el país, Piñera defendió que éste "significa que el país crezca", mientras que Frei entendió por progresismo garantizar "protección social" y "una reforma laboral".
DDHH Y DICTADURA DE PINOCHET
Al abordar los Derechos Humanos, una cuestión que copó gran parte del debate, Frei intentó asociar a Piñera con la dictadura de Augusto Pinochet, algo que el candidato conservador rechazó al recordar que votó en contra de la permanencia de Pinochet en el Gobierno en el plebiscito celebrado en 1988 y al asegurar que la dictadura militar "ya es historia" en el país.
"Me opuse al gobierno militar porque supe desde el primer día de las violaciones a los Derechos Humanos", subrayó Piñera, quien admitió no reconocer en Frei "ninguna supremacía moral" en materia de Derechos Humanos. "Me siento tan demócrata como el senador Frei", insistió.
Asimismo, Piñera prometió que si gana los comicios no incorporará a ningún ex miembro del Gobierno de Pinochet en su Ejecutivo. "Vamos a convocar a una nueva generación de chilenos, no va a haber ningún ministro del gobierno militar en nuestro gabinete", insistió.
Piñera también reiteró su compromiso de esclarecer el asesinato del ex presidente y padre del actual candidato de izquierda Eduardo Frei Montalva por supuesto envenenamiento en 1982 --en el que se cree que estuvo implicado el Gobierno de Pinochet--.
El candidato conservador contraatacó además contra Frei por su respaldo al proyecto de ley conocida como Ley Otero de 1995 que beneficiaba a quienes hubieran cometido violaciones de los Derechos Humanos durante la dictadura si colaboraban con la Justicia y que fue rechazado por el Partido Socialista.
"No me arrepiento porque cualquier persona que lea el proyecto básicamente contenía dos puntos: el nombramiento de ministros especiales y los cuadernos reservados", insistió Frei. Nunca hubo ley de punto final", apostilló.
ENCUESTAS
Piñera sigue aventajando a Frei en los sondeos de opinión, incluido el realizado por la consultora Opina que anticipa la victoria del conservador con el 46,1 por ciento de los votos, frente al 41 por ciento que cosecharía Frei.
El sondeo, realizado a partir de 1.200 entrevistas entre el 5 y 7 de enero y publicado el pasado fin de semana en el diario 'El Mercurio', analiza sólo la intención de voto en tres ciudades del país: Santiago, Valparaíso y Concepción y tiene un margen de error del 2,8 por ciento.
Piñera cosecharía el 46,2 por ciento de los votos el próximo 17 de enero de acuerdo con una encuesta anterior, realizada entre el 15 y el 17 de diciembre, frente al 39,7 que otorgaba a Frei.
Ante estas cifras, todo apunta a que Piñera, ganador de la primera vuelta electoral celebrada el pasado 29 de noviembre con 44,05 por ciento de los votos frente al 29,6 por ciento del candidato oficialista Frei, podría desbancar por primera vez en 20 años a la izquierda del poder. Desde que Chile puso fin en 1990 a la dictadura de Pinochet, la Concertación, alianza de izquierda formada por socialistas y democristianos, ha gobernado el país de forma ininterrumpida.