Actualizado 29/03/2006 21:53

Chile.- Bachelet preside un acto de homenaje a tres comunistas degollados por agentes de la dictadura en 1985


SANTIAGO, 29 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, encabezó hoy una ceremonia de homenaje a los tres profesionales comunistas que fueron secuestrados y degollados por agentes de la dictadura militar de Augusto Pinochet en 1985.

Mañana se cumplen 21 años de los crímenes que terminaron con la vida del publicista Santiago Nattino y de los profesores José Manuel Parada y Manuel Guerrero, asesinados por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (policía uniformada), en uno de los hechos de sangre más connotados del gobierno de facto.

Este miércoles, en una ceremonia de recuerdo, acompañada de los familiares de las víctimas y de otras autoridades del Gobierno, Bachelet asistió a la inauguración de una escultura que recuerda a Nattino, Parada y Guerrero: tres sillas de estudiantes de 10 metros cada una que dan cuenta de su labor como docentes chilenos.

Y si bien el programa oficial no contemplaba la intervención de Bachelet, la presidenta, visiblemente emocionada, improvisó un discurso en el que recordó que el crimen fue uno de los peores momentos de su vida.

"Aún recuerdo el profundo dolor que me provocaron esos crímenes", dijo la mandataria, que expresó su satisfacción porque tras momentos tan dolorosos, "el Chile de los odios ha dado paso al de la paz, pero no de cualquier paz sino una que está fundada en la memoria, en el recuerdo".

Junto con reconocer el sacrificio de las víctimas de la dictadura pinochetista, Bachelet dijo con fuerza que "el dolor y la tristeza no se han sido infecundos, ya que han dado paso a un nuevo Chile".

IMPACTO NACIONAL

El asesinato de los tres profesionales comunistas causó un gran impacto en el Chile de 1985. Según consta en el Informe Verdad y Reconciliación (Informe Rettig), que en 1991 recogió los testimonios de las víctimas de la dictadura, el primero en ser secuestrado, el 29 de marzo de 1985, fue Santiago Nattino, en su oficina.

Al día siguiente fue secuestrado José Manuel Parada Maluenda en momentos en que llevaba a su hija al colegio Latinoamericano de Integración. Parada se desempeñaba como Jefe del Departamento de Análisis la Vicaría de la Solidaridad, según el Informe Rettig.

En ese mismo momento también fue secuestrado Manuel Guerrero, profesor e inspector del mismo colegio, "dirigente de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (AGECH) y amigo desde hacía largos años de Parada. El día siguiente aparecieron sus cuerpos degollados con corvos en la zona norte de Santiago.