LA PAZ, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bolivia, Evo Morales, ha confirmado que el presidente chileno, Sebastián Piñera, estará invitado a la inauguración en territorio boliviano de la carretera que cruza Sudamérica, que, a partir del próximo 5 de abril, unirá Perú y Brasil, ya que ambos mandatarios tienen "el compromiso de jugar un partido de fútbol".
"Por supuesto hemos invitado, siempre ha estado invitado el presidente Piñera, no es que nunca fue invitado, planificamos la inauguración, y tenía el compromiso de jugar un partido de fútbol en el territorio", ha explicado en una conferencia de prensa realizada en París el miércoles.
Morales ha intentando rechazar las noticias de que invitó la semana pasada a Piñera, con quien ha mantenido en los últimos meses diversas disputas, por las presiones del presidente peruano, Ollanta Humala, y la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, que también acudirán a Bolivia para la inauguración de la vía.
"Quiero aclarar, no es que Brasil nos haya reclamado, lamentablemente algunos medios de comunicación tratan de enfrentarnos", ha asegurado Morales. "Esperaremos al presidente Piñera en Bolivia', ha añadido, según la agencia oficial ABI. La carretera unirá Perú y Brasil, pasando por Bolivia y llegando también a Chile.
En los últimos meses, la tensión entre Santiago y La Paz ha aumentado a cuenta del conflicto fronterizo y la detención de tres soldados bolivianos a finales de enero en Chile, cerca de la frontera de Bolivia. Tras 32 días de enfrentamientos verbales, finalmente los tres soldados acordaron con la Fiscalía chilena suspender el proceso judicial a cambio de que abandonaran el país sudamericano en 24 horas y de que no regresaran allí en un año.
Además, ambos países mantienen una disputa territorial desde 1879, cuando Bolivia perdió su salida al Pacífico tras la guerra que mantuvo con Chile, que culminó con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sobre el derecho de libre tránsito de mercancías bolivianas hacia y desde puertos en el océano.
Chile asegura que con el acuerdo de paz --que fue ratificado por los parlamentos de ambos países veinte años después-- se establecen las fronteras --también las marítimas-- de las naciones combatientes, por lo que no ha lugar ninguna disputa territorial.