Actualizado 03/12/2009 21:14

Chile.- El candidato independiente Marco Enríquez-Ominami descarta un pacto con el Gobierno en la segunda vuelta

Propone una reforma tributaria para subir los impuestos a los recursos naturales, alcohol y tabaco


SANTIAGO, 3 Dic. (Reuters/EP) -

El candidato independiente Marco Enríquez-Ominami, que ha sacudido la campaña presidencial en Chile, descartó este jueves concretar algún pacto con el Gobierno en la ajustada pelea que vendrá después de la primera vuelta y en la que podrían encontrarse el aspirante por la gobernante Concertación, Eduardo Frei, y el de la opositora Coalición por el Cambio, Sebastián Piñera.

Enríquez-Ominami, hijo de un guerrillero asesinado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), ha subido progresivamente en las encuestas para las elecciones del 13 de diciembre, consideradas las más reñidas en dos décadas de democracia.

El también diputado aparece en las encuestas en una tercera posición tras el favorito, el multimillonario Piñera y el ex presidente Frei que, previsiblemente, irán a una segunda vuelta a celebrarse el próximo 10 de enero de 2010, aunque algunas encuestas recientes han mostrado un "empate técnico" en el segundo lugar entre el ex mandatario y Enríquez-Ominami.

El independiente de izquierda, de 36 años, descartó la posibilidad de una negociación con la Concertación --el bloque de socialistas, democratacristianos y ex comunistas en el poder desde 1990-- en la estrecha contienda por segunda vuelta.

"No hay nada que negociar si estamos en segunda vuelta", dijo Enríquez-Ominami, un diputado que surgió de las filas oficialistas.

"Los escucharé, serán partícipes de un diálogo, pero no voy a ser de la vieja política de acordar cosas que no le hagan bien a Chile", agregó durante una entrevista con Reuters en la sede de su comando en Santiago.

Enríquez-Ominami ha calificado a los líderes tradicionales de la Concertación como "dinosaurios" y sobre el candidato de la centroderecha dijo: "por supuesto que no me gusta Sebastián Piñera".

El independiente ha lanzado su propio movimiento con el nombre de la flor nacional del país, el Copihue, y los analistas dicen que, más allá de las elecciones de diciembre, el candidato también puede ser una carta de peso para los comicios que definirán la Presidencia del 2014.

"He propuesto y voy a promover la articulación de un movimiento que me permita cumplir un programa de Gobierno", dijo Enríquez-Ominami.

REFORMA TRIBUTARIA

El diputado ha planteado una reforma tributaria que considera subir impuestos a los recursos naturales --incluyendo la poderosa minería--, el alcohol y el tabaco, entre otros, para destinar más recursos hacia la educación y las pequeñas y medianas empresas.

Además, es partidario de reducir el impuesto máximo a la renta de las personas y de crear una administradora de fondos de pensiones (AFP) estatal, un área donde hasta ahora sólo participan privados.

"Soy un hombre pro mercado, le reconozco al mercado una capacidad de crear riqueza, pero creo que el Estado debe intervenir en algunas áreas de la economía", indicó.

"Y creo que en materia tributaria en Chile paga más impuestos proporcionalmente el que gana 200.000 pesos (265 euros), que el que gana 100 millones de pesos (132.000 euros)", añadió.

La presidenta chilena, Michelle Bachelet, que entregará el poder el próximo 11 de marzo, no puede presentarse a una reelección inmediata habiendo logrado los mayores niveles de aprobación ciudadana de todos los mandatarios de la Concertación, aunque hasta el momento su popularidad no ha podido ser traspasada a Frei, quien gobernó Chile entre 1994 y 2000.

"El slogan es seguir cambiando. Hay políticas de continuidad y hay políticas de cambio", dijo Enríquez-Ominami.