SANTIAGO, 14 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Sebastián Piñera y los manifestantes de la región de Magallanes (sur) han retomado este viernes las negociaciones sobre el aumento del precio del gas que provocó fuertes protestas en el sur de Chile y dejó un saldo de dos víctimas mortales.
La mesa de diálogo está encabezada por el obispo de Punta Arenas, monseñor Bernardo Bastres, quien ha ejercido de mediador desde que estalló la crisis el pasado martes en Magallanes por la decisión de Piñera de subir un 16,8 por ciento el precio del gas.
En estas negociaciones participan, en representación de las autoridades chilenas, los parlamentarios Carolina Goic, Carlos Bianchi, Miodrag Marinovic y Pedro Muñoz, además de los alcaldes de Punta Arenas, Vladimiro Mimica; y Puerto Natales, Fernando Paredes.
La intendenta de Magallanes, Liliana Kusanovic y el subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, también han estado presentes en estas conversaciones con los miembros de la Asamblea Ciudadana de Magallanes, promotores de las huelgas y protestas que han generado un caos en el sur de Chile.
Los diálogos han sido suspendidos durante unas horas por los funerales de las dos mujeres que murieron el pasado martes arrolladas por un coche durante las protestas en Punta Arena. Se espera que en las próximas horas continúen, aunque algunos de los participantes han avisado a los medios locales que será difícil que lleguen hoy a un acuerdo.
Para los representantes del Gobierno de Piñera, lo más importante es poner fin a la huelga convocada por la Asamblea Ciudadana de Magallanes, que ha paralizado una gran parte de las actividades comerciales en esa región del sur de Chile.
De hecho, las repercusiones de este paro general se han sentido en Argentina por la suspensión del tránsito marítimo por el Estrecho de Magallanes, que ha dejado varados en la isla de Tierra de Fuego a unas 2.500 personas, la mayoría argentinos.