SANTIAGO, 11 Mar. (de la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
Más de 30 presidentes y jefes de Gobierno, además de delegaciones de otros 100 países y casi mil invitados asistirán hoy en Santiago a la toma de mando de la primera mujer presidenta de la historia de Chile, la médico socialista Michelle Bachelet, quien sucederá al saliente Ricardo Lagos, tras imponerse con un 53,4 por ciento de los votos en los comicios del pasado 15 de enero.
Ya ayer jueves por la tarde llegaron a Santiago los representantes de Barbados, Bulgaria, Irán, China, Nueva Zelanda y Paraguay. Y, hasta el momento, la única ausencia es la del presidente de Ecuador, Alfredo Palacio, quien canceló su visita a Chile por "problemas internos" en su país.
Para ayer se esperaba la llegada del Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, que estará acompañado por el secrerario de Estado de Exteriores y para Iberoamérica, Bernardino León; de los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Argentina y Néstor Kirchner. Mientras, para hoy sábado, a pocas horas de la ceremonia que se realizará en la sede del Parlamento chileno, en la ciudad portuaria de Valparaíso, a 120 kilómetros de Santiago, se espera la llegada de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice; los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; Brasil, Luis Ignacio 'Lula' da Silva; Sudáfrica, Thabo Mbeki, y Perú, Alejandro Toledo. A ellos se suman 17 embajadores concurrentes y 18 embajadores residentes en Chile acreditados para la ocasión, considerada histórica no sólo para Chile, sino para toda Latinoamérica.
Las delegaciones, que en su mayoría se quedarán menos de 48 horas en el país, tendrán una apretada agenda, ya que por una parte deben realizar visitas protocolares de despedida al presidente Ricardo Lagos, quien los recibió en La Moneda y les ofreció una cena anoche, y, por otra, deben realizar similares actividades con la presidenta hasta ahora electa, Michelle Bachelet, una vez que asuma el poder de la nación, pasado el mediodía de hoy (16:00 horas en España peninsular).
HELICÓPTEROS DE ARTILLERIA
Las medidas de seguridad para el evento están siendo implementadas desde hace varias semanas tanto en Santiago como en Valparaíso. Numerosos y al mismo tiempo sigilosos equipos de seguridad e inteligencia de distintos países se han sumado a los más de 3.200 policías chilenos destinados a garantizar el orden y la seguridad durante este cambio de mando, cuyas celebraciones se extenderán hasta mañana, cuando Michelle Bachelet presidirá, ya como gobernanta en ejercicio pleno, una gran fiesta ciudadana para celebrar su llegada a La Moneda.
Informaciones del Ministerio del Interior y de los Carabineros (policía militarizada chilena) dan cuenta de un despliegue nunca antes visto, ni siquiera para la cumbre de mandatarios del Asia Pacífico (APEC) que se realizó en Chile en noviembre de 2004.
Las autoridades policiales confirmaron también que el Gobierno de Chile autorizó al Servicio Secreto estadounidense a ingresar al país medio centenar de armas cortas y de varios helicópteros de artillería para proteger a la secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice.
La hora de su llegada es un misterio, al igual que el lugar exacto que elegirá para pisar por primera vez tierra chilena. Fuentes vinculadas a la Policía indicaron a Europa Press que, por motivos de seguridad, es poco probable que elija el Aeropuerto Internacional de Santiago para llegar al país y que lo más seguro es que el avión que la trae aterrice en un pequeño aeródromo cercano a Valparaíso.
Asimismo, desde hace varios días y cada día con mayor intensidad, cientos de policías realizan a cada hora la revisión de todos los hoteles que albergarán a las delegaciones extranjeras y se ha esteblecido un férreo operativo de seguridad en las inmediaciones del Palacio de La Moneda, el Parlamento, la Catedral de Santiago, el Ministerio de Asuntos Exteriores y algunas embajadas, para prevenir cualquier intento de acciones terroristas.
En Valparaíso, en el recorrido que realizará el presidente Lagos para llegar al Parlamento, que será el mismo que usará Bachelet cuandos salga de la sede del poder legislativo ya convertida en mandataria en ejercicio, sólo se permitirá la presencia de 3.500 personas, quienes, así como los edificios aledaños, serán severamente controlados por la policía.