SANTIAGO, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
Al menos 19 personas han muerto este martes como consecuencia de un accidente de tráfico ocurrido cerca de la capital chilena, Santiago, y en el que se vieron involucrados un camión y un autobús, según informaron las autoridades locales.
El siniestro tuvo lugar a primera hora de la mañana en la Autopista del Sol, donde el autobús, que había partido desde la localidad costera de Lloleo, perdió en control y se saltó la mediana. Impactó de forma frontal contra un camión que circulaba en sentido contrario y ambos vehículos se despeñaron por un barranco.
La ministra portavoz, Eana Von Baer, mostró el "profundo dolor" del Gobierno por la "tremenda tragedia" y la solidaridad con las víctimas y sus familias. Al mismo tiempo, se comprometió a que las autoridades trabajarán de forma "implacable" para determinar los responsables del suceso. "Si es que hay avanzar en algún ámbito lo vamos a hacer, con mucha claridad y con mucha firmeza", explicó.
La Fiscalía chilena ha abierto de oficio una investigación que correrá a cargo de la fiscal jefa de la Fiscalía Metropolitana Occidente, Solange Huerta.
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, se trasladó a los centros donde se encuentran los heridos --más de una veintena-- y al lugar del accidente para conocer de primera mano las circunstancias del siniestro, según informa la empresa local.
Pese a que fuentes policiales han adelantado como posible hipótesis del choque que el conductor del autobús se quedase dormido, la empresa propietaria del transporte, Tur Bus, aclaró que el chófer había descansado el tiempo necesario y que el vehículo tenía todos los papeles en regla.
El responsable de Tur Bus Rodrigo Albarrán calificó de "absolutamente falso" que el conductor se durmiese al volante ya que, según indicó a Radio Cooperativa, "hay una frenada recta del bus antes de la colisión".
CONMOCIÓN
El accidente ha provocado una gran conmoción entre las autoridades y los medios de comunicación chilenos y ha motivado una declaración del presidente del país, Sebastián Piñera, que se ha comprometido a duplicar la fiscalización en 2011 para crear una "cultura de seguridad y dignidad".
Como aspectos que deben mejorarse, Piñera recordó la necesidad de que los chóferes de autobuses hayan dormido lo necesario y se encuentren bien de salud, que el vehículo esté en buen estado y que se disponga de un listado de pasajeros en los viajes de una determinada duración.
"La vida humana es sagrada", subrayó, durante un acto en la Posta Central. El presidente declaró que "cada año mueren 1.800 personas por accidentes" y manifestó que muchas de estas víctimas son evitables.
"Ninguna responsabilidad va a quedar impune, porque cuando se trata de la vida de las personas tenemos que ser responsables todos y los que actúan faltando a esa responsabilidad tienen que asumir sus consecuencias", apostilló.