Actualizado 11/07/2009 19:30

China eleva a 184 cifra de muertos en Xinjiang

Por Chris Buckley

URUMQI, China (Reuters/EP) - China elevó el sábado la cifra de muertos tras los enfrentamientos étnicos en su región occidental de Xinjiang y detalló por primera vez la etnia de los fallecidos luego de establecer altas medidas de seguridad en la ciudad de Urumqi, centro de los disturbios.

La agencia oficial de noticias Xinhua dijo el sábado que habían muerto 184 personas en los enfrentamientos del 5 de julio en Urumqi, capital regional de Xinjiang, y 137 de los muertos eran chinos de la etnia han, que conforman la mayoría de los 1.300 millones de habitantes de China.

El reporte previo hablaba de 156 víctimas fatales.

La última cifra incluía 46 ulgures, un grupo en su mayoría musulmán que tiene lazos culturales y lingüísticos con Asia Central. Entre ellos había 45 hombres y una mujer. Los uigures ahora representan casi la mitad de la población de 21,3 millones de personas de Xinjiang, según datos del Gobierno.

La agencia Xinhua agregó que el segundo muerto como consecuencia de los actos de violencia del fin de semana pasado era del grupo étnico musulmán hui, culturalmente similar a los chinos han.

El breve reporte no indicó si la cifra incluye a los manifestantes que podrían haber muerto a manos de las fuerzas de seguridad.

DESCONFIANZA DE UIGURES

La reacción en las calles de Urumqi ante la cifra oficial de muertos reflejó la profunda división étnica en Xinjiang, donde los uigures expresaron su desconfianza en los números.

"Esa es la cifra de los Han. Nosotros tenemos nuestras propias cifras", dijo Akumjia, un residente uigur, mientras observaba a las fuerzas de seguridad que habían cerrado una calle en la que se desarrolló el viernes una protesta cerca de una mezquita y en la que hubo arrestos.

Un helicóptero de las fuerzas de seguridad pasó sobre el lugar.

"Quizás muchos, muchos más uigures murieron. La policía estaba asustada y perdió el control", agregó.

Cerca de donde él se encontraba, era posible ver lo que parecían ser huellas de una ráfaga de disparos en los ventanales de una oficina del Banco de China. No había balas entre los trozos de cristal.

El Gobierno no dejó en claro qué tipo de fuerzas fueron utilizadas para contener los sangrientos disturbios. Muchos residentes uigures afirman que escucharon o vieron tiroteos.

Las autoridades chinas habían retrasado la entrega del detalle étnico de los muertos, posiblemente por preocupación de que contribuya a inflamar la situación.

Varios residentes chinos han dijeron que la desconfianza contra los uigures posiblemente perdurará.

"Esta (nueva cifra) al menos muestra que las víctimas no fueron sólo individuos han", dijo Zhao Hong, una residente han que dijo haber visto algunos de los disturbios desde una ventana de su casa antes de esconderse.

"También murieron uigures (...) pero luego ellos culpan a los han por su enfado contra las matanzas y los saqueos", agregó.

"BATALLA POR LA ESTABILIDAD"

Pekín no puede permitirse perder el control en el vasto territorio fronterizo con Rusia, Mongolia, Kazajistán, Kirguistán, Tajikistán, Afganistán, Pakistán e India, dado que tiene abundantes reservas de petróleo y es la región del país que produce mayor cantidad de gas.

Zhou Yongkang, el principal funcionario de seguridad del gobernante Partido Comunista de China, dijo que el país ahora tenía que "proseguir vigorosamente esta dura batalla para proteger la estabilidad en Xinjiang", según reportó el sábado el Xinjiang Daily.

La organización activista Human Rights Watch dijo que el Gobierno había desplegado unos 20.000 soldados en Urumqi desde el inicio de los disturbios, que comenzaron después de que las fuerzas de seguridad irrumpieron en una protesta por las muertes de trabajadores uigur en el sur de China.

Partes de Uruqi permanecían tensas el sábado, especialmente en vecindarios de la comunidad uigur, y miles de soldados y efectivos de la policía china se mantienen en alerta.