BEIJING, 20 Mar. (Reuters/EP) -
China despertó ayer las señales de alarma tras la publicación de un comunicado del primer ministro inglés, Gordon Brown, en el que aseguró que se reuniría con el líder espiritual, Dalai Lama, cuando visite Reino Unido en mayo.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, instó al mandatario británico a que descubra la "verdadera cara" del Dalai Lama y que no le ofrezca su apoyo.
"China está seriamente afectada por el mensaje". "Tal y como hemos señalado muchas veces, el Dalai Lama es un refugiado político involucrado en actividades separatistas y camuflado en la religión", afirmó Gang.
Asimismo, el primer ministro chino, Wen Jiabao, acusó al líder espiritual de "planificar las protestas que comenzaron en la región tibetana de Lhasa y que acabaron con la vida de docenas de personas". Por su parte, Dalai Lama rechaza las acusaciones.