Actualizado 01/08/2009 17:33

"Cinturón de óxido" crece en este de Europa por crisis

Por Krisztina Than

MISKOLC, Hungría (Reuters/EP) - La industria pesada del este europeo, otrora modelo de las economías planificadas, sobrevivió al colapso del comunismo hace 20 años pero podría no vivir para ver el fin de la crisis actual.

La recesión, que golpeó duro a las economías exportadoras de la zona, amenaza con convertir a las antiguas plantas de la era comunista y post soviética en un nuevo "cinturón de óxido", incrementar bruscamente el desempleo y dejar profundas heridas sociales.

Geza Tokodi trabajó en la fundición de acero húngara DAM en la ciudad de Miskolc, al noreste del país, durante 38 años.

La crisis mundial lo enfrentó a lo impensado: la clausura de la planta por más de seis meses, dejando las enormes salas de producción que emplearon a 18.000 trabajadores en un silencio estremecedor.

"Mis oídos se acostumbraron al ruido de la planta. El silencio es bueno cuando quieres descansar, pero aquí es mucho peor que el ruido", dijo Tokodi, mientras caminaba por los grandes espacios abandonados.

El único sonido en la gran planta es el crujir ocasional del metal que se expande y se contrae cuando cambia la temperatura o el canto de los pájaros que se animan a entrar por las ventanas rotas.

El extenso complejo siderúrgico se desarrolló rápidamente en la década de 1950 cuando el Gobierno comunista quiso hacer de Hungría "el país del hierro y el acero", a pesar de su falta de materia prima y energía barata.

En su apogeo, en la década de 1980, la ciudad de Miskolc tenía más de 200.000 residentes, quienes principalmente trabajaban en la industria.

La población cayó a unos 170.000 habitantes y el desempleo se encuentra entre el 15 y el 16 por ciento, bien por encima del promedio nacional de 9,8 por ciento.

DAM, que sobrevivió a las privatizaciones de la década de 1990 y fue recuperada después de liquidaciones anteriores, está por despedir a sus aproximadamente 700 empleados restantes.

El proceso de liquidación comenzó el 24 de junio y el ejecutor Ratis Kft. debe poner los activos a la venta. Si logra encontrar un inversor, la planta podría sobrevivir.

Jozsef Papp, de 53 años, quien ingresó a DAM hace 36 años, dijo que han estado sin hacer nada desde fines del año pasado.

"Ha habido algunas liquidaciones y la planta siempre sobrevivió, pero no creo que este sea el caso ahora", dijo Papp a Reuters.

Los productores de acero de toda Europa han funcionado este año a un 55 o 60 por ciento de su capacidad, archivaron sus planes de inversión y eliminaron puestos de trabajo para capear la mayor recesión que sufrió la industria desde la segunda guerra mundial.

HERIDAS

Miskolc, la segunda mayor ciudad de Hungría, está teniendo problemas para arreglárselas con el elevado desempleo y la falta de nuevos puestos de trabajo.

Agnes Dudas, quien dirige la oficina laboral de la ciudad, dice que el número de desempleados registrados había aumentado en mayo a 18.200, desde los 12.000 o 13.000 que había a fines del año pasado.

Más de la mitad de quienes pierdan sus trabajos en la fundición de acero tienen por encima de 50 años, y encontrar nuevos empleos va a ser difícil a pesar de que la ciudad recibe fondos de un programa de la Unión Europea diseñado en parte para las regiones golpeadas por la crisis, dijo Dudas.

"Los que trabajaron en DAM durante 30 o 40 años jamás hubiesen dejado la planta. Primero deben superar el trauma de todo esto, y es muy duro," agregó.

Miskolc tiene entre 12.000 y 15.000 gitanos, muchos de los cuales solían realizar trabajos poco calificados en la industria siderúrgica y a quienes les queda poca alternativa más que depender de la asistencia social del Gobierno.

La minoría gitana de Hungría es una de las más grandes de Europa central, con entre un 6 y 7 por ciento de la población.

La creciente tensión social en Miskolc, que supo ser un bastión socialista, se vio en los resultados de las elecciones europeas de junio cuando el partido de extrema derecha Jobbik obtuvo un 21 por ciento de los votos.

Los socialistas se quedaron con un 23 por ciento.

"Las industrias han colapsado y los servicios no están desarrollándose a un ritmo tal que les permita absorber la mano de obra extra", dijo Imre Lakatos, director del sindicato de trabajadores del hierro VASAS quien trabaja en DAM hace 40 años.

Junto a la planta de acero viven cientos de familias gitanas en casas sin agua corriente ni cloacas.

"La mayoría de las familias de aquí viven de la asistencia social ahora, y de trabajos temporales", dijo Ferenc Botos, quien trabaja para el consejo local de la minoría gitana.

OFERTA DE JUBILACION ANTICIPADA

Dunaujvaros, antiguamente Sztalinvaros, "la ciudad de Stalin", unos 70 kilómetros al sur de Budapest, es el hogar de la mayor fundición de acero de Hungría: Dunaferr.

Los ingresos por ventas de la compañía, una unidad de Donbass Group de Ucrania, cayeron un 40 por ciento en el primer trimestre.

La empresa dijo que despedirá a 400 operarios y que les ofrecerá jubilaciones anticipadas a varios cientos más para tratar de sobrevivir a la crisis. Después de la reestructuración tendrá unos 7.200 empleados.

A esta ciudad le está yendo mejor ante la crisis debido a su proximidad con Budapest y la inversión del fabricante de neumáticos surcoreano Hankook en 2006 que generó nuevos puestos de trabajo.

La unidad checa de ArcelorMittal, al noreste del país donde abunda el desempleo, está usando sólo del 35 al 45 por ciento de su capacidad debido a la falta de encargos.

La saturación del sector del acero se ha extendido afectando las ganancias de New World Resources, que cotiza en Londres y Praga, que es propietario de las minas de carbón más grandes del país.

(Con el reporte adicional de Jason Hovet en Praga)