BOGOTÁ, 23 Dic. (Reuters/EP) -
Cientos de personas rindieron este miércoles un homenaje póstumo al gobernador del departamento de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, presuntamente asesinado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuyos restos mortales permanecen expuestos en la sede del Parlamento regional a la espera de ser trasladado a Bogotá donde finalmente será enterrado.
Los familiares de Cuéllar estuvieron acompañados por cientos de colombianos que se acercaron al Parlamento de Caquetá con banderas blancas en las manos para despedirse del gobernador frente a su ataúd, cubierto con la bandera del departamento y sobre el que se colocó un sombrero y una manta de algodón que usaba el político.
"No se merecía eso, era un hombre muy generoso, le encantaba estar con la gente humilde", dijo la esposa del gobernador, Imelda Galindo, que no descartó la posibilidad de exiliarse junto a su familia por la falta de seguridad que enfrentan.
A estas palabras se sumaron las de otras personas anónimas que quisieron despedirse de Cuéllar en sus ultimas horas en la ciudad. "Porque lo dejaban matar, no más violencia", gritaba una mujer en la entrada del Parlamento, mientras otra aseguraba que el gobernador "no merecía morir así porque era un hombre honesto".
La sede legislativa, donde descansa el féretro del político, está vigilada por decenas de policías, en contraste con la falta de seguridad que normalmente rodeaba al gobernador, que ya había sido secuestrado en otras cinco ocasiones.
El pasado lunes miembros de las FARC asesinaron al policía que vigilaba el domicilio del político para irrumpir en su vivienda y secuestrar a Cuéllar, que más tarde fue degollado al mostrar resistencia para internarse en la selva donde suele refugiarse la guerrilla.