Actualizado 31/03/2008 02:47

Colombia.- Colombia califica de cuento la denuncia que The Washington Post realizó sobre el asesinato de campesinos

MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Interior colombiano, Carlos Holguin Sardi, calificó de leyenda y de cuento organizado por varias ONG la denuncia que ayer realizó el diario 'The Washington Post' sobre el aumento de campesinos asesinados por el Ejército colombiano para hacerles pasar por miembros de la guerrilla, basándose en los informes de grupos pro Derechos Humanos, investigadores de Naciones Unidas y funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, según ha informado 'Caracol Radio'.

"De eso siempre se ha hablado, cuando muere un guerrillero salen a decir que se trataba de un santo barón, que era un trabajador o un campesino pero en realidad son historias repetitivas, y no hay que olvidar el caso del ecuatoriano que estaba en el campamento de Raúl Reyes y que ahora lo quieren convertir en un cerrajero", señaló Holguin.

Además, sostuvo que la opinión pública ya conoce estas historias que se generan para construir pruebas y demandar a Colombia ante los tribunales internacionales, para ganar así jugosas sentencias y recursos.

Ayer, el periódico publicó que "bajo la presión de los comandantes militares para registrar muertes en combate, en los últimos años, el Ejército ha asesinado cada vez más a campesinos inocentes haciéndolos pasar por guerrilleros".

"Hay diferentes registros sobre el número de ejecuciones extrajudiciales, como son llamadas las muertes de civiles. Pero un informe de una coalición de 187 grupos de Derechos Humanos dijo que 955 civiles murieron entre 2002 y 2007 y fueron clasificados como guerrilleros caídos en combate, un 60 por ciento más que hace cinco años en los que sólo hubo 577 muertos por las tropas", informó el diario.

"Los asesinatos, perpetrados por unidades bajo las órdenes de comandantes regionales, siempre han sido un problema en el oscuro conflicto que ya cumple 44 años", agregó el Washington Post. Pero, añadía, con la reciente desmovilización de miles de combatientes paramilitares, muchos de los cuales operaban en escuadrones de la muerte para eliminar rebeldes, los asesinatos de civiles a manos del Ejército han crecido enormemente desde 2004.

Al parecer, esta táctica habría desencadenado un feroz debate dentro del Ministerio de Defensa colombiano, entre el lado más tradicional, que aboga por el desarrollo de una agresiva campaña que se centre en el número de cuerpos, y entre los reformistas, que proponen que el Ejército desarrolle otros criterios para medir el éxito en el campo de batalla, según afirmaba el artículo.