Actualizado 21/02/2006 13:59

Colombia.- El comandante de las FFMM confía en que las denuncias de torturas a soldados no afecten las ayudas de EEUU

Carlos Alberto Ospina dice que las torturas denunciadas son un caso aislado del que son responsables "instructores desorientados"


BOGOTA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -

El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Carlos Alberto Ospina, confía en que las denuncias de torturas a soldados en un centro de instrucción del Ejército no afecten a las ayuda que Estados Unidos suministra a Colombia para la lucha contra el narcotráfico y contra los grupos armados ilegales.

"Esto afecta, pero no al grado de afectar una política nacional", consideró en declaraciones a la emisora local 'RCN Radio', en las que sin embargo admitió que el escándalo por estas torturas sí "es un elemento de perturbación" a la asistencia estadounidense.

El jefe militar colombiano mencionó el llamado Plan Patriota, puesto en marcha hace dos años como la más grande ofensiva en la historia del país contra el mando de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que cuenta con el asesoramiento y la ayuda de Estados Unidos.

"El Plan Patriota sigue desarrollándose, el Plan Patriota ha sido un éxito, el Plan Patriota ha cambiado a Colombia para bien y para siempre", aseveró Ospina, reconociendo no obstante que "todavía es imposible decir que el país está en calma".

Además de este programa, Washington ha financiado el Plan Colombia, más centrado en la lucha contra el narcotráfico, incluidos carteles y facciones de grupos armados ilegales que se dedican a la actividad criminal.

UN CASO AISLADO

"El país está nuevamente buscando su tranquilidad", agregó el general Ospina, para quien los abusos denunciados constituyen un caso aislado del que son responsables "instructores desorientados".

Las denuncias fueron hechas por la revista 'Semana', que publicó un informe sobre torturas y amenazas de abuso sexual a 21 soldados que recibían adiestramientos en el Centro de Instrucción y Entrenamientos (CIE) del Ejército Nacional. Los hechos tuvieron lugar el pasado 25 de enero en la base del CIE en Honda, en el departamento del Tolima.

Con testimonios de las víctimas y fotografías, la revista muestra a soldados que presuntamente fueron quemados con brasas o hierros para marcar ganado, golpeados o que fueron zambullidos en un río o en huecos con excrementos de reses. Al menos dos oficiales, dos suboficiales y un soldado son procesados por la justicia penal militar como presuntos responsables de los abusos.

"Los suboficiales, los encargados de esta instrucción desconocieron los principios de la instrucción militar, desconocieron los objetivos y, obviamente, desconocieron los métodos", sentenció el general Ospina, agregando que la instrucción militar tiene una "metodología y una supervisión" que normalmente funcionan.

"Para una situación como la nuestra se requiere a veces ser duro (en los adiestramientos) y todos hemos pasado por eso, pero no con entrenamientos absurdos", subrayó.