Actualizado 02/07/2007 20:45

Colombia/C.Rica.- En libertad los cinco colombianos deportados de Costa Rica por tratar de atentar contra dos ministros


BOGOTÁ, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

Los cinco colombianos que fueron deportados de Costa Rica ayer fueron puestos en libertad en Bogotá debido a que no tenían antecedentes judiciales, según informaron fuentes jurídicas.

Los deportados son supuestamente sicarios que presuntamente habían llegado para asesinar a dos ministros del Gobierno del presidente Óscar Arias en represalia por los numerosos alijos de cocaína de los que se incautaron las autoridades costarricenses.

El portavoz del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Óscar Galvis dijo que la policía secreta que realiza los controles migratorios explicó que los supuestos sicarios "fueron dejados en libertad".

"El DAS hizo el procedimiento de migración y los recibió, la policía los solicitó para verificar si habían antecedentes pero no había una sola orden de captura o de otra índole contra ellos y tocó dejarlos en libertad", dijo Galvis a AP.

Los cinco deportados colombianos tenían planeado asesinar a dos ministros costarricenses, uno de ellos hermano del presidente Óscar Arias, fueron detenidos entre el jueves y el viernes en dos provincias de Costa Rica.

Los ministros a los que pretendían ultimar son el ministro de Presidencia, Rodrigo Arias y el de Seguridad Pública, Fernando Berrocal. Los detenidos forman parte del brazo armado de un cartel del narcotráfico colombiano y tenían como objetivo asesinar a estos funcionarios en represalia por los decomisos de droga realizados en el país, cuya venta en el mercado habrían supuesto millonarios beneficios, según informó el diario costarricense 'La Nación', que confirmó el dato con cuatro altos funcionarios del Ejecutivo nacional. Para ello, los colombianos habrían llegado a Costa Rica hace 10 días.

"Había un grupo de sicarios en Costa Rica con el objetivo de atentar contra la vida de altos funcionarios de esta administración", dijo Berrocal de acuerdo a la información que recibió el sábado de las Policías colombiana y costarricense.

Los sicarios fueron puestos bajo vigilancia policial en la oficina de Migración del aeropuerto internacional Juan Santamaría, desde donde a las 10:30 horas del sábado fueron deportados a Colombia en un vuelo de la compañía aérea centroamericana TACA, en cuyo interior cada uno de ellos iba custodiado por dos agentes de la Unidad Especial de Apoyo.

El responsable de Migración de Costa Rica, Mario Zamora, dijo que la deportación se debió a que los cinco entraron de manera ilegal en el país (por mar en una lancha rápida), a que no llegaron a cometer ningún delito, y a su alta peligrosidad.

Según informaron el viceministro de Seguridad, Rafael Gutiérrez, Mario Zamora y el ministro Berrocal, los colombianos trabajaban para el cartel colombiano del Norte del Valle que les ordenó asesinar a ambos funcionarios como venganza por el decomiso, en varios operativos, de un total de 40 toneladas de cocaína en el último año.

El cartel del Norte del Valle opera en el departamento del Chocó y controla Buenaventura, puerto del Pacífico colombiano. Los presuntos asesinos son cinco hombres de apellido Angulo, Martínez, Casares, Flores y Olaya, todos del Chocó.

Según detalla el citado rotativo costarricense, a Angulo y Martínez se les detuvo la noche del viernes frente a un bar en Esparza, provincia de Puntarenas, en el Pacífico central del país. Los otros tres fueron detenidos el jueves en el centro de Alajuela, capital de la provincia del mismo nombre.

"Se trata de los hombres más peligrosos que se haya logrado detener en muchos años. Ellos superan en mucho todos los niveles de violencia que conocíamos", declaró el director de Migración.