Actualizado 23/10/2009 15:14

Colombia/Ecuador.- La Justicia ecuatoriana descarta pedir la prisión preventiva para otros dos generales colombianos


BOGOTÁ, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El juez tercero de lo Penal de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, Francisco Revelo, se abstuvo este jueves de dictar prisión preventiva para el director de la Policía Nacional colombiana, el general Oscar Naranjo y el embajador colombiano en Republica Dominicana, el general retirado Mario Montoya, a los que no obstante implica en el bombardeo del Ejército colombiano contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en marzo de 2008 en territorio ecuatoriano.

"Me he abstenido de emitir la prisión preventiva pero se inicia la instrucción fiscal", explicó, el magistrado en declaraciones difundidas por el canal Teleamazonas.

Carlos Jiménez, fiscal del caso que reclamó la detención de ambos militares colombiano, manifestó su malestar por la decisión del juez al sostener que existen suficientes pruebas que implican a ambos militares en el bombardeo del pasado 1 de marzo en la localidad de Angostura, en el que murió el ex 'número dos' de las FARC, Raúl Reyes y otra veintena de personas.

La Justicia ecuatoriana sí ha reclamado en cambio la detención del ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, así como del jefe del Ejército colombiano, Freddy Padilla de León, por su implicación en el bombardeo.

Sin embargo, el Gobierno de Alvaro Uribe ha dejado bien claro que no reconoce la extraterritorialidad de la justicia ecuatoriana y rechaza impulsar las detenciones.

Quito rompió relaciones con Bogotá a raíz del bombardeo el pasado 1 de marzo de 2008 al alegar que había violado su soberanía territorial, aunque a finales de septiembre los Gobiernos de ambos países pactaron un acuerdo de once puntos para avanzar en la normalización de sus relaciones.

En virtud del acuerdo, Bogotá se comprometió de forma expresa a no realizar operaciones militares en territorio de Ecuador, mientras que Ecuador hizo hincapié en que no tolerará la presencia de grupos guerrilleros ilegales en su territorio. El acuerdo pactado preveía asimismo la inmediata reactivación de los mecanismos de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron) entre ambos países.

Quito advirtió, sin embargo, que de no respetar la inviolabilidad de su territorio, cualquier ataque de Colombia "será repelido, de ser necesario, por la fuerza".