BOGOTA, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex jefe paramilitar Iván Roberto Duque, alias 'Ernesto Báez', confirmó el asesinato de 25 personas que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mantenían secuestradas desde hace varios años en Barrancabermeja, en el departamento de Santander.
Teresita Gaviria, presidenta de la asociación Las Madres de la Candelaria, cuyo hijo fue secuestrado por las AUC, dijo que no había sentido tanta tristeza como cuando escuchó a Báez que Carlos Castaño ordenó matar a los secuestrados en la masacre del 16 de mayo de 1998.
"Parece que hubiera perdido ayer a mi hijo", expresó Gaviria, al señalar que aunque Ernesto Báez ha dicho "verdades a medias", también es cierto que esas noticias conocidas en las versiones libres, generan "profundo dolor y desolación".
El 16 de mayo de 1998 un grupo de 50 paramilitares llegó a un barrio de Barrancabermeja donde tenía lugar una celebración popular en la cancha de fútbol para recoger fondos económicos para un grupo de danza infantil.
Los paras obligaron a tenderse en el suelo a las personas, golpeándolas y obligando a quienes tenían identificados a subirse a los vehículos. Posteriormente, recorrieron otros barrios cercanos y detuvieron a otras personas a las que acusó de ayudar a la guerrilla.
En el macabro recorrido, los paramilitares pasaron por un retén del Ejército sin ser detenidos pese a que inmediatamente después de perpetrados los hechos, los familiares de las víctimas denunciaron ante las autoridades lo que había sucedido.
En parajes cercanos a la ciudad y horas después de la incursión paramilitar en los barrios populares de Barrancabermeja, fueron encontrados asesinados varias de las personas secuestradas por los paramilitares. Aún se desconoce el paradero de las otras personas.
Años después de la masacre de siete personas y la desaparición de 25, el Estado todavía no ha tomado las medidas efectivas para impedir que estos crímenes queden en la impunidad ni ha adoptado las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los testigos.