BOGOTÁ, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El sargento Pablo Emilio Moncayo, liberado el pasado mes de abril tras 12 años en poder las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), viajó a un país europeo donde vivirá de forma indefinida tras recibir constantes amenazas de muerte en Colombia.
"Salgo en primer lugar por cuestiones de seguridad. No me siento seguro, las amenazas están aumentando y las autoridades no se qué están haciendo", aseguró Moncayo en declaraciones a la cadena local 'Noticias Uno'.
Los mensajes que ha recibido en los últimos días a su teléfono móvil le acusan de "estar pasando información a la guerrilla de Ecuador", y le amenazan con frases como "hueles a formol" y "vamos a poner una bomba en la puerta de tu casa". Las autoridades policiales "lo único que me han recomendado es que incremente las medidas de seguridad en cuanto a desplazamientos", lamentó.
Su padre, el profesor Gustavo Moncayo, informó a los medios locales de que el ex rehén de las FARC ya salió de Colombia con destino a un país europeo, que no precisó por cuestiones de seguridad, donde permanecerá de forma indefinida.
Una de las posibilidades que contempló fue Francia, pero las autoridades galas todavía no han respondido a la solicitud de protección que presentó hace unas semanas, comentó su padre, también conocido como 'el caminante por la paz', en declaraciones a la emisora Caracol Radio.
No obstante, su hermana Yuri Tatiana había comentado a Colprensa el pasado viernes que el militar residirá en Italia "porque se le presentó una situación de estudio". "Va a estudiar y a descansar. Lo tiene muy merecido. Por el momento nosotros no vamos a salir", expresó.
El viaje de Moncayo a Europa no significa que desertará del Ejército colombiano, al que pertenece desde hace más de una década. "Uno evalúa el tiempo que ha pasado, todo lo que ha entregado, y esperar 12 años para no tener de pronto más logros en cuanto a tu profesión como militar, sería absurdo", aclaró.
Pablo Emilio Moncayo fue secuestrado por las FARC en diciembre de 1997 y liberado el pasado mes de abril, tras 12 años de cautiverio, mediante un operativo encabezado por la senadora colombiana Piedad Córdoba, en el que participaron la Iglesia Católica y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).