BOGOTÁ, 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han insistido en la necesidad de celebrar una Asamblea Constituyente "como tratado de paz y nuevo contrato social" admitiendo que lo acordado en la mesa de negociaciones de La Habana pueda ser ratificado o rechazado.

A través de un comunicado, las FARC han contestado al jefe del equipo negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, que el pasado domingo publicó un artículo en la revista 'Semana' argumentando que "la Asamblea Constituyente no es el mecanismo óptimo" porque supondría un "escenario de nueva deliberación" en el que se podría rechazar lo ya acordado.

La guerrilla ha recordado que la Asamblea Constituyente "no puede existir si no hay refrendación de la ley que la convoque" por lo que "al incluir como parte de su competencia lo acordado en La Habana se refrendaría con el voto del pueblo".

"¿Por qué tenerle miedo a la opinión del pueblo, a la verdadera democracia? El ejercicio del poder constituyente es la genuina expresión de que la soberanía reside exclusivamente en el pueblo", ha dicho el grupo armado.

Además, ha planteado: "¿Qué mejor manera de resolver los puntos de contradicción de las partes cobijados por las salvedades? Ya verá la Asamblea Constituyente en su sabiduría si los mejora, los aprueba o los imprueba".

Las FARC han subrayado que "el pueblo no puede ser un convidado de piedra que llega a última hora solamente a refrendar lo que otros acordaron". A este respecto, han considerado que "someter a referendo un acuerdo que apenas en la definición parcial del primer punto tiene más de 20 páginas, quedando por resolver salvedades sustanciales, no sería práctico ni técnicamente posible".

"La refrendación es un argumento angular en todo el diseño de las conversaciones, pero el momento en que la ciudadanía interviene no está reservado a la visión de exegetas desactualizados porque la construcción de la paz es un asunto de la sociedad en su conjunto que requiere de la participación de todos, sin distinción", han dicho.

Así, han aclarado que no proponen una Asamblea Constituyente "para después de la dejación de las armas, sino como tratado de paz y nuevo contrato social". "La Asamblea Constituyente es más que un escenario de refrendación. Es el espacio que define la paz", han sostenido.

"No lo estamos planteando como punto final del diálogo, pero tampoco como comienzo del mismo. Su establecimiento ya sería el triunfo del clamor nacional porque no se siga aplazando la participación efectiva del país en la solución de los problemas de la guerra y la paz que lo están afectando", han indicado.

En este sentido, han recordado que el segundo punto de la agenda de La Habana --participación política-- versa no solo sobre la eventual concurrencia de las FARC a unas elecciones, sino que "su almendra está en la construcción de la democracia y de la transformación estructural del Estado".

LA CONSTITUCIÓN DEL 91

Por otro lado, la guerrilla ha argumentado que "si algo no tiene hoy en día la Constitución del 91, es el vigor que le atribuyen algunos, pues su espíritu descentralizador, la pluralidad partidista y la fuerza administrativa y política para los municipios han sido aniquilados por el tsunami neoliberal de su ejecución".

Las FARC han considerado que las 38 "modificaciones amañadas" que se hicieron "la convirtieron en una Constitución andrajosa e irreconocible". "Transfiguraron el valioso enunciado de que la paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento en una fórmula vacía", han criticado.

También han cargado contra la "exacerbación del presidencialismo". "Subordinaron todas las ramas del poder, y hasta los organismos de control, a las veleidades del Ejecutivo", han lamentado.

"Hoy nadie confía en el sistema electoral corrupto y fraudulento, y el ejercicio de la política no cuenta siquiera con un estatuto de la oposición, pero sí con el terrorismo de un régimen que criminaliza la protesta social y extermina a los contradictores", han añadido.

REFORMA DE LA JUSTICIA

Asimismo, han abogado por una reforma de la justicia porque "está más corrupta que nunca". "No hay vuelta de hoja, no puede haber paz si no hay un aparato jurisdiccional que la garantice. Se debe depurar y regresar a la rama judicial, a su independencia orgánica", han defendido.

Así, han urgido a "los partidos políticos y a las organizaciones sociales que vayan a ser parte de la Asamblea Constituyente a ir preparando sus proyectos de reforma a la justicia para ser debatidos democráticamente".