BOGOTÁ, 21 May. (EUROPA PRESS) -
La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han reiterado su intención de entregar al periodista francés Roméo Langlois, privado de su libertad el pasado 28 de abril, a una comisión que esté encabezada por la exsenadora Piedad Córdoba.
En un comunicado con fecha 12 de mayo y divulgado este lunes, las FARC ratifican su compromiso de liberar a Langlois para que pueda "terminar de cumplir con el papel esperado por el gobierno de Colombia, sus fuerzas militares y los grandes medios".
"En aras de garantizar aún más su vida e integridad, proponemos entregarlo en un lugar seguro a una comisión" integrada por Córdoba, el Comité Internación de la Cruz Roja (CICR) y un delegado personal del presidente francés, François Hollande, señala la nota.
De esta manera, la guerrilla ha lanzado nuevamente una dura crítica a los medios de comunicación por haber interpretado la situación de Langlois como un secuestro. "Antes que informar y promover el pensamiento libre de la ciudadanía, la gran prensa tergiversa la realidad para convertir en única verdad la versión de sus patrocinadores", denuncian.
Langlois, de 35 años de edad, desapareció el pasado sábado, 28 de abril, tras un enfrentamiento entre miembros del Ejército colombiano y las FARC en la localidad de La Montañita, ubicada en el departamento de Caquetá (sur), uno de los más conflictivos del país. Este hecho provocó una ola de condenas contra la guerrilla que, apenas dos meses antes, había anunciado el cese del secuestro como parte de su estrategia de guerra.
En este nuevo pronunciamiento, las FARC insisten en que "sólo una visión francamente sesgada puede considerarlo un secuestro", pues aclaran que "aprehender en medio de un combate a quien en una operación militar viste uniforme del enemigo y lo acompaña, en nada lesiona nuestro preciso compromiso".
Así, los líderes guerrilleros han defendido su derecho a investigar a las personas que realizan actividades en la selva, como el caso de Langlois, porque "cada vez es mayor el número de personal militar y paramilitar norteamericano o a su servicio que interviene en la guerra civil" que vive esa nación.
"Los mandos militares se ufanan de usar infiltrados y espías para propinarnos golpes severos. Es evidente que en casos como este, las FARC-EP tenemos pleno derecho a detener e investigar, trátese de un nacional o un extranjero", han advertido.