BOGOTÁ, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, se ha negado a someterse a los exámenes médicos solicitados por el Senado para corroborar que se encuentra en buenas condiciones de salud para asumir el control del Gobierno mientras el presidente, Juan Manuel Santos, se recupera de la operación de cáncer de próstata a la que se sometió el pasado miércoles.
El 'número dos' ha explicado que, según la Constitución de Colombia, el vicepresidente solamente debe asumir el control del Gobierno ante la ausencia temporal o definitiva del presidente, por lo que, como Santos no ha delegado sus funciones, ocupar su cargo sería un "golpe de Estado".
"Si yo me prestara a una evaluación médica, me estaría prestando a un golpe contra la democracia, contra el Estado y mi deber es defender con la vida al presidente Juan Manuel Santos", ha dicho, en declaraciones recogidas por Caracol Radio.
Así, ha revelado que no ha permitido que se le hagan "exámenes médicos detallados". "Porque si yo hago eso, estaría poniendo en duda la salud del presidente y que --tal y como él ha explicado-- está ejerciendo sus funciones", ha aclarado.
El Senado solicitó el pasado miércoles que Garzón se sometiera a una revisión médica para corroborar que se encuentra bien, ya que el 20 de junio se sometió a una intervención quirúrgica en la Clínica Reina Sofía de Bogotá tras sufrir un "accidente cerebrovascular".
En una entrevista radiofónica, el 'número dos' reconoció la semana pasada que todavía tiene algunos problemas de movilidad, por lo que acude diariamente a rehabilitación, pero aseveró que está "mentalmente lúcido". "No estoy discapacitado, soy una persona sana", dijo.
Santos, de 61 años de edad, anunció el pasado martes que su equipo médico le ha diagnosticado un cáncer de próstata y que un día después se sometería a una intervención quirúrgica en la Clínica Santa Fe de Bogotá para extirpar el tumor.
Santos es el quinto mandatario latinoamericano en sufrir cáncer. Ya han superado esta enfermedad el presidente venezolano, Hugo Chávez, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, y su antecesor en el cargo, Luiz Inácio Lula da Silva, y el ex presidente paraguayo Fernando Lugo.
A principios de 2012, la jefa de Estado de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, anunció que padecía un cáncer de tiroides, pero finalmente las pruebas médicas revelaron que se trataba de un tumor benigno.