BOGOTA, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
Demandar a la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio o participar en el espacio de negociación que se abrió en la pasada conferencia ministerial de la OMC en Hong Kong son las opciones que tiene Colombia para afrontar el nuevo arancel de 176 euros por tonelada de banano importado por la Unión Europea.
Eduardo Muñoz Gómez, viceministro de Comercio Exterior, explicó que esas opciones no son excluyentes y reconoció que este año no será fácil para el sector. "Las perspectivas en materia bananera, a pesar de lo que hemos hecho y que hicimos todo el año no son las mejores", aseguró.
Según el funcionario, en caso de tomar la opción de demandar, muy seguramente Colombia ganaría. Sin embargo, ese proceso legal podría demorarse entre 12 y 15 meses y el nuevo régimen ya está vigente.
La segunda alternativa, la de monitorear el mercado, está disponible si el país quiere participar voluntariamente y tendría el acompañamiento de la Cancillería de Noruega. Al respecto, la Unión Europea ha dicho que está dispuesta a ver la evolución del mercado, a analizar los efectos del nuevo arancel para las exportaciones de banano latinoamericanas y a bajarlo si se constata que está afectando.
El Viceministro de Comercio señaló que "el arancel más alto va a afectar a todos los países que carecen de un tratamiento preferencial en la Unión Europea" y advirtió que "es difícil establecer cuál va a ser el verdadero impacto porque en el régimen anterior había un arancel de 75 euros por tonelada pero también había cuotas y licencias que generaban una renta para quienes las poseían".
"En términos reales, la gente que no tenía licencias, ya estaba pagando un sobre costo muy por encima de 75 euros por tonelada. Sobre esto no hay estadísticas porque esas son transacciones que se hacen digamos, informalmente, no hay un mercado oficial de licencias pero por la información que se tiene, se estaba pagando en épocas de escasez de esas licencias, unos precios de 180, 190, 200 euros por tonelada", explicó Muñoz Gómez.
El funcionario reconoce que habrá un primer impacto financiero para quienes tenían licencias porque ya no tendrán esa renta pero habrá otro impacto positivo en quienes no tenían licencias, tenían qué pagar por ellas pero hoy podrán acceder libremente a ese mercado.
"Nosotros compartimos con el sector empresarial colombiano el temor de que puede haber unos impactos negativos importantes pero también uno escucha que empresas colombianas están haciendo negociaciones de largo plazo que implican confiabilidad en las entregas y también buenos precios en el mercado. Digamos que hay unas de cal y otras de arena", dijo finalmente el Viceministro.