BOGOTÁ, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El periodista francés Roméo Langlois ha advertido de que uno de los objetivos actuales de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es "mostrar" que el conflicto armado que inició hace más de cinco décadas continúa latente y que, incluso, "empeora".

Langlois, de 35 años, fue liberado el miércoles tras haber permanecido 32 días en poder de las FARC. Su secuestro se produjo a finales de abril en medio de un enfrentamiento entre rebeldes y militares en el departamento de Caquetá (sur), mientras cubría, con el supuesto apoyo del Ejército, un operativo antinarcóticos.

"Lo que las FARC quieren es hacer publicidad, demostrar que todavía están allí en la selva, que pelean todos los días para causar bajas en las fuerzas estatales", ha explicado Langlois, en declaraciones este jueves a la cadena France 24, para la cual trabaja.

Las FARC lo que buscan es "mostrar que el conflicto continúa y que incluso empeora", ha afirmado el periodista francés, al mantener su posición de que, a pesar de esta mala experiencia, seguirá trabajando en la selva pues insiste en que el "conflicto colombiano es un conflicto que ha sido olvidado por completo".

Al ser consultado sobre sus impresiones al momento de su secuestro el pasado 28 de abril, Langlois ha confesado que al principio pensó que su "retención era sólo una formalidad" y que sería puesto en libertad en un plazo de "dos o tres días". Sin embargo, la situación se habría complicado a causa de las exigencias de gobiernos y organizaciones de que fuese liberado de inmediato.

"Muy pronto me di cuenta de que la situación se tornó un poco más complicada, que se politizó, sentí que la proximidad de las elecciones presidenciales francesas no jugó a mi favor", ha aseverado el profesional francés, que vive en Colombia desde hace varios años.

Langlois fue liberado mediante un operativo humanitario encabezado por la exsenadora Piedad Córdoba y un alto funcionario del Gobierno francés. Las FARC entregaron al periodista en un pequeño pueblo de Caquetá, donde se realizó un inusual acto que habría sido organizado por los rebeldes y los mismos ciudadanos.

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