Actualizado 03/02/2009 09:19

Colombia.- El operativo para liberar a los rehenes de las FARC continuará hoy de la mano de Piedad Córdoba

EL CICR pide al Gobierno que cumpla las garantías de seguridad ofrecidas para llevar a cabo la misión humanitaria

BOGOTÁ, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -

El operativo para la liberación de los secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) continuará hoy de la mano de la senadora colombiana Piedad Córdoba, en medio de una gran polémica que surgió después de que el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, la apartara del proceso de entrega de los rehenes que fue suspendido ayer lunes por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Córdoba informó de que hoy rescatarán al ex gobernador de Meta Alan Jara --quien debió ser liberado este lunes-- y el jueves al ex diputado Sigifredo López, para culminar con esta misión humanitaria que comenzó el pasado domingo con la liberación de tres policías y un soldado que permanecieron casi dos años en cautiverio.

Los dos helicópteros del Ejército brasileño, acompañados por los delegados del CICR y la senadora, viajarán a las 8.00 horas (14.00, hora española) a un punto de la selva no revelado para rescatar al ex gobernador, quien desde el año 2001 está en poder de los rebeldes. "Tengo la obligación de decirle a las FARC que mañana (por hoy) vamos para allá" a buscar a Jara, "y al mediodía estaremos celebrando su regreso", dijo Córdoba, al confirmar que el jueves estarán en la ciudad de Cali para recibir al ex diputado López, secuestrado desde el año 2000.

Estas declaraciones de Córdoba trajeron tranquilidad a los familiares de los dos secuestrados, después de la polémica surgida por la suspensión por parte del CICR de los operativos previstos para hoy con los que se pretendía liberar a Jara, de acuerdo al calendario acordado con los rebeldes.

El portavoz del CICR en Colombia, Ives Heller, informó de que la comisión que volaría en los dos helicópteros del Ejército de Brasil no saldría este lunes como estaba previsto en el calendario diseñado la semana pasada, en el que se estableció que ayer rescatarían al ex gobernador y mañana miércoles al ex congresista, para culminar así la liberación de los seis rehenes que prometieron entregar las FARC.

La prensa atribuyó esta suspensión a las afirmaciones que el domingo por la noche (madrugada en España) hizo Uribe al asegurar que la misión humanitaria debía continuar sólo con el CICR y con la delegación brasileña, excluyendo a Córdoba y a la organización Colombianos y colombianas por la paz, que fueron los que mantuvieron el intercambio epistolar con la guerrilla para lograr esta negociación.

Dada la controversia que provocaron estas declaraciones, el CICR sirvió de mediador para que el mandatario colombiano reconsiderara esta decisión, ante la posibilidad de un fracaso inminente de todo el plan establecido entre las FARC y Córdoba para la entrega de los seis secuestrados. Mediante un comunicado, la Presidencia de Colombia aceptó, pero sólo la presencia de la congresista.

Aunque Córdoba no se pronunció sobre estos cambios de opinión de Uribe, sí le pidió que reconsiderara la posibilidad de que permitiera la presencia de un miembro de la organización Colombianos y colombianas por la paz.

GARANTÍAS DE SEGURIDAD

El CICR insistió este lunes en la necesidad de cumplir con las garantías seguridad acordadas entre el jefe de la delegación de la organización en Colombia, Christophe Beney, y los altos mandos militares del país en la reunión celebrada el domingo, previa a la realización del primer operativo en que las FARC entregaron a cuatro uniformados.

"El CICR reitera la importancia que tiene el cumplimiento de estas garantías de seguridad para el buen término de la misión", dijo el portavoz del organismo en Colombia, Yves Heller, en un encuentro con los medios en la ciudad de Villavicencio, departamento de Meta.

Tras el operativo del domingo, Córdoba aseguró que varios aviones militares sobrevolaron la zona incumpliendo con el acuerdo que hizo el Ejército colombiano, de suspender las operaciones militares en la zona donde se produciría la entrega de los rehenes por parte de las FARC.

Uribe tuvo que reconocer que efectivamente algunas aeronaves del Ejército estuvieron vigilando zona, pero sin la más mínima intención de llevar a cabo ataques contra los campamentos de la guerrilla y mucho menos con la intención de entorpecer las labores de liberación de los cautivos.

A este respecto, Heller insistió en que "bajo estas circunstancias debe primar el interés por la suerte de las víctimas y de sus familiares", calificándolos como "hechos que generaron tensión" durante los operativos realizados el domingo.

En un segundo comunicado divulgado este lunes, el Gobierno ordenó suspender "vuelos de la Fuerza Aérea, aún con altura superior a los 20.000 pies, en el espacio aéreo de la zona de liberación de secuestrados", y aclaró que "solamente se harían por solicitud del Comité Internacional de la Cruz Roja, ante una situación de emergencia".

PRIMERAS HORAS

Los policías José Lozano Guarnizo, Juan Fernando Galicia Uribe y Alexis Torres Zapata, y el soldado profesional del Ejército William Giovanni Domínguez Castro, pasaron sus primeras horas de libertad en medio chequeos médicos y reencuentros con sus familiares.

Los uniformados llegaron ayer por la mañana (madrugada de ayer, hora local) a varios centros de salud ubicados en Bogotá, para ser atendidos por especialistas que los estaban esperando para hacerles una revisión. Pero no fue sino hasta después del chequeo que tuvieron su primer reencuentro con familiares y amigos.

La directora científica del Hospital de la Policía, Adriana Camelo, informó de que los tres policías se encuentran en "buen estado de salud", aunque presentan cuadros de desnutrición y leishmaniasis, por lo que un grupo especializado los mantiene en observación constante.

Por su parte, el soldado Domínguez Castro permanece en el Hospital Militar, donde estará internado hasta el jueves. El reencuentro con su familia fue en el centro de salud, entre ellos, su padre, Campo Domínguez, quien aseguró ver a su hijo "feliz".

Sobre la vida que llevaron en cautiverio, Lozano reveló que muchas de las pruebas de supervivencia eran montajes que se preparaban un mismo día, pero que eran enviados en fechas distintas para que los familiares creyeran que se trataba de épocas diferentes.

"Una vez yo mandé una prueba de vida donde decía que Emmanuel (el hijo de Clara Rojas, la ex jefe de campaña de Ingrid Betancourt) estaba conmigo y que allá le hacían muñecos de palo. Pero eso fue un montaje, que si no lo decía mi vida corría peligro porque mi familia pensaba que yo estaba desaparecido, entonces que tenía que decir eso para que mi familia supiera que yo estaba vivo", comentó el policía Domingez.

Pero una de las declaraciones más controvertidas fue la de Dominguez, quien reveló que un comandante de las FARC les dijo que "la orden que tiene es que si los reporteros continúan dando informaciones negativas serán secuestrados o atentarán contra ellos".

Asimismo, aseguró que los rebeldes los amenazaron con matarlos si los medios de comunicación continuaban hablando mal de las FARC y que no tendrían más acceso a la radio, para escuchar en algunos programas a sus familiares, si los periodistas seguían asumiendo esa actitud.

Por su parte, Mosquera comentó las condiciones en las que vivían. "Nos tenían amarrados, como animales, nos hicieron un comentario, si no cambian la forma de transmitir las noticias ustedes son objetivos militares", dijo, tras confesar que "la verdad en ese tiempo que estuve secuestrado sentí la presencia del ejército, en menos de dos meses caminamos más de 600 metros porque se sentía el acoso del Ejercito".