Actualizado 12/01/2010 22:45

Colombia.- La Policía colombiana confisca 100 fusiles AK-47 que iban a ser entregados a las FARC


BOGOTÁ, 12 Ene. (Reuters/EP) -

La Policía colombiana confiscó 100 fusiles AK-47 que ingresaron ilegalmente a ese país que iban a ser entregados a comandos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de izquierda de ese país que se refugia en las zonas montañosas.

El decomiso del arsenal se produjo este lunes en la ciudad de Cali, la capital del departamento de Valle del Cauca, 250 kilómetros al suroeste de Bogotá, informó este martes la Policía en un comunicado.

Los fusiles y sus respectivos proveedores fueron encontrados en una camioneta en la que las FARC buscaban enviarlos a una zona montañosa del departamento de Cauca, en donde los rebeldes combaten con el Ejército colombiano desde hace varios meses.

"El material bélico fue obtenido luego de la negociación ilícita de integrantes de las FARC con traficantes de armas internacionales, cuyo medio de intercambio fue representado en narcóticos", indicó la Policía en un comunicado.

En la operación no se produjeron capturas, de acuerdo con la información divulgada por la Policía, que reveló que las armas ingresaron por el puerto de Buenaventura, sobre el Océano Pacífico.

El departamento de Cauca, hacia donde iban a ser enviados los fusiles, es una zona estratégica para el tráfico de drogas y de armas en la que el Gobierno reforzó la seguridad con el envío de 2.500 efectivos para neutralizar a la guerrilla.

En esa región, en donde habitan poblaciones indígenas, la guerrilla se resiste a perder el control territorial que ha mantenido por años en medio del conflicto interno de más de 45 años.

En otras regiones de Colombia la ofensiva militar obligó a las FARC a replegarse a apartadas zonas montañosas y selváticas, aunque todavía mantiene presencia en áreas consideradas claves para la producción y el tráfico de cocaína, su principal fuente de financiación, según la Policía.

En medio de esa ofensiva han muerto importantes comandantes rebeldes, mientras que miles de combatientes han desertado, disminuyendo la capacidad militar del grupo insurgente que dice luchar por imponer un sistema socialista en un país con profundas diferencias entre ricos y pobres.