BOGOTA (Reuters/EP) - Colombia reveló el lunes que incautó en el pasado a la guerrilla izquierdista de las FARC un poderoso arsenal comprado originalmente por Venezuela a un país europeo, que incluía armas antitanques y lanzacohetes, y que aún investiga cómo llegaron a manos de insurgentes.
El vicepresidente Francisco Santos dio la información un día después de que el presidente Alvaro Uribe pidió a la comunidad internacional no vender armamento a las FARC, considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y Europa, como reacción a un informe de un medio de comunicación que reveló la incautación del armamento.
Santos alertó que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el mayor grupo guerrillero en el país, tienen la capacidad de adquirir equipos de una manera sencilla a través de mecanismos prohibidos por toda la legislación internacional.
"Ya en varios operativos hemos podido recuperar arsenales de las FARC. Hemos encontrado municiones potentes, equipos potentes, entre otras, armas antitanque que un país europeo le vendió a Venezuela y que apareció en manos de las FARC", indicó Santos en una entrevista radial.
"Eso requiere muchísimo mayor cuidado y una vigilancia extrema", agregó.
La revista Semana reportó en su más reciente edición que a finales del 2008, en una de múltiples operaciones del Ejército contra las FARC, se encontró en el campamento de un temido guerrillero varios lanzacohetes AT-4 de fabricación sueca adquiridos por Venezuela, lo cual fue puesto en conocimiento de las autoridades de ambas naciones extranjeras.
Santos dijo que es de una "gravedad inmensa" que las FARC, que se nutren del tráfico de drogas para financiar su levantamiento en armas contra el Estado, estén adquiriendo equipo militar sofisticado.
"Nuestros equipos de inteligencia están trabajando en ese tema (...) continuaremos haciendo inteligencia junto con otros países", precisó.
Colombia realiza operativos en una amplia región del sur y el oriente del país para dar con el paradero del jefe militar de las FARC, alias "Mono Jojoy", en el campamento de uno de cuyos comandantes fueron encontrados los lanzacohetes.
Las declaraciones de Bogotá se produjeron en medio de un deterioro de las relaciones con Venezuela, que consideró "inamistoso" un preacuerdo en el que Uribe autoriza a Estados Unidos usar bases militares para operaciones antidrogas, luego de que Washington entregó la instalación de Manta, en Ecuador.