BOGOTÁ, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
El ex ministro de Defensa colombiano y candidato a la Presidencia por el Partido de la U, Juan Manuel Santos, reconoció este domingo que recibió con "sorpresa" la incapacitación judicial para un posible tercer mandato del actual presidente, Álvaro Uribe, pero apostó por "defender su legado" apelando a una "gran coalición" que le permitiría ganar las elecciones del 30 de mayo incluso en primera vuelta.
En una entrevista con el diario 'El Tiempo', Santos afirmó que recibió "con cierta sorpresa" la negativa del Tribunal Constitucional colombiano a la posibilidad de que se celebrase un referéndum que abriese la puerta a una segunda reelección de Uribe. El ex ministro reconoció que "hace un mes nadie pensaba lo que sucedió", pero ahora que ya están todas las cartas sobre la mesa no en dudó en autodenominarse "su sucesor", que no "su reemplazo".
"Voy a continuar y mejorar sus políticas, y a defender su legado", afirmó, tras recibir el beneplácito del actual mandatario el pasado sábado. Su desafío consiste en formar "una gran coalición" en torno al Partido de la U de la que podría tomar parte el Partido Conservador, la formación Cambio Radical o los "liberales uribistas".
Preguntado por si se ve capaz de conseguir cinco millones de votos en la primera vuelta de los comicios --los que 'a priori' serían necesarios para obtener un triunfo sin volver a pasar por las urnas-- Santos declaró que todo depende de esa aludida "gran coalición". "Lo que estoy percibiendo estos últimos dos días en cuanto a apoyo de la gente, en diferentes sectores, me da pie para pensar que no es imposible ganar en la primera vuelta", agregó.
Por otra parte, Santos no quiso desdeñar la inclusión de Uribe dentro de su hipotético Gobierno, aunque no cree "conveniente" por el momento especular sobre si será o no su ministro de Defensa. Se limitó a afirmar que, pase lo que pase, "Uribe va a estar activo" y "presente durante mucho tiempo en el escenario político".
"EQUILIBRIO" CON CHÁVEZ
El líder del Partido de la U anticipó que mantendrá "la misma tónica de los últimos meses" en política internacional, pese a que esta postura le ha valido más de un encontronazo directo con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ya de por sí habitualmente crítico con la política de Bogotá.
"Soy el más interesado en que esas relaciones sean las mejores posibles. De mi parte no saldrá ninguna provocación", prometió. Así, apuntó que buscará "un equilibrio, por un lado desde la diplomacia y la prudencia" y, por otro, "con toda la firmeza y mucha dignidad.