Actualizado 24/09/2015 11:07

Uribe: El acuerdo de justicia transicional supone "impunidad" para los líderes de las FARC

MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

   El expresidente de Colombia y líder del partido opositor Centro Democrático, Álvaro Uribe, uno de los más críticos con el proceso de paz que mantiene el Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ha denunciado este miércoles que el acuerdo de justicia transicional firmado este miércoles en La Habana (Cuba) supone "impunidad" para los líderes de la guerrilla.

   "Que el guerrillero raso no sea llevado a la cárcel es aceptable, pero concederle esta indulgencia al cabecilla, responsable de atrocidades, es mal ejemplo promotor de nuevas violencias, es quitarle a la justicia restaurativa la compañía de la disuasión del criminal, con lo cual se priva a las víctimas de la mayor reparación: el derecho a la no repetición de la violencia", ha apostillado.

   Uribe ha considerado que el Gobierno de Juan Manuel Santos ha demostrado con este acuerdo su "indulgencia" con quienes han cometido "crímenes atroces", al tiempo que ha criticado que con este nuevo sistema judicial --que se aplicará a las partes en conflicto-- se vaya a dar el mismo trato a militares y a guerrilleros.

   "Con este acuerdo todos los soldados y policías de Colombia, incluidos en la teoría del contexto, quedan con el riesgo de tener que confesar crímenes que no cometieron o de ir a la cárcel", ha dicho el expresidente colombiano, que también ha advertido de que el acuerdo "no excluye al narcotráfico como conexo del delito político". Los delitos políticos serán amnistiados, según el texto firmado este miércoles.

   "Esto es un premio a delitos de lesa humanidad como la masacre de Bojayá, el carro bomba a El Nogal o el asesinato masivo de los diputados del Valle del Cauca. El narcotráfico, como financiador del terrorismo, no ha sido delito político, al contrario, ha sido una atrocidad continuada, nunca indultable", ha aseverado Uribe.

   Por último, el senador ha mostrado su rechazo ante la posibilidad de "abrir a los terroristas todas las posibilidades de participación en política", sin que se excluya a "los responsables de atrocidades", y alerta de que "en lugar de exigir la entrega de armas, el Gobierno ha aceptado la palabra dejación que equivale a que el terrorismo las mantenga y las use cuando quiera".