CARACAS/BOGOTÁ, 26 Oct. (Reuters/EP) -
El gobernador del estado venezolano de Táchira, César Pérez Vivas, admitió este lunes la presencia de columnas guerrilleras armadas en su jurisdicción, mientras que Colombia analiza varias hipótesis sobre los autores y las causas de la masacre de ocho de sus ciudadanos en ese país.
Pérez Vivas es la máxima autoridad del estado donde fueron encontraron los cadáveres de 10 personas, entre ellos ocho colombianos, que al parecer fueron asesinados por grupos armados colombianos.
El gobernador de Táchira cuestionó al Ejército venezolano por no hacer nada para evitar la presencia de grupos armados ilegales colombianos en su país.
"Mientras esto está despejado de la Fuerza Armada, está tomado por este grupo armado de origen colombiano que está ubicado ahí con el pleno conocimiento del Gobierno Nacional", aseguró en una conferencia de prensa en Caracas.
El gobernador aseguró que en Táchira "hay grupos armados de origen colombiano, provenientes de la guerrilla, los que están de manera abierta, a la luz del sol, pasan por las carreteras en grupos de 80, de 100, caminando y todo el pueblo los ve".
"Estoy a la orden del Presidente de la República (Hugo Chávez) o de su ministro de la Defensa (Ramón Carrizales) para indicarles los sitios exactos donde están estos campamentos con grupos de más de 500 hombres en cada uno de ellos, acampando en pleno territorio de la República", afirmó Pérez Vivas.
Críticos y opositores del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lo han acusado de tener nexos con la guerrilla colombiana, específicamente con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y de incluso permitir su presencia en ese país, pero el mandatario ha negado insistentemente esas afirmaciones.
Para el Gobierno de Venezuela el secuestro y posterior asesinato de los colombianos que integraban un equipo aficionado de fútbol es un episodio más del enfrentamiento entre grupos armados de Colombia y de su conflicto interno.
COLOMBIA ANALIZA HIPOTESIS
"Se manejan distintas versiones, distintas hipótesis, naturalmente que no podemos comprometernos con una de ellas, pero tampoco podemos descartar ninguna", dijo el defensor del Pueblo de Colombia, Volmar Pérez, quien precisó que los colombianos asesinados fueron ocho.
"Al hacer los cotejos correspondientes (...) del grupo de 10 cadáveres que fueron encontrados en distintas localidades de Venezuela, finalmente se pudo establecer que ocho son colombianos, uno peruano y uno venezolano", explicó.
Funcionarios del Gobierno del estado de Táchira, en donde aparecieron asesinadas las 10 personas, la mayoría con las manos atadas a la espalda y con tiros de gracia, atribuyeron la masacre a rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En la frontera binacional de 2.219 kilómetros tienen presencia guerrilleros del ELN, de las FARC y grupos armados ilegales conformados por antiguos paramilitares de ultraderecha.
En la zona fronteriza se registra tráfico de drogas, de armas, contrabando de combustibles y de vehículos robados, según fuentes de seguridad.
El colombiano Manuel Júnior Córtes, el único sobreviviente de la masacre, dijo que los integrantes del grupo armado que asesinó a sus compañeros preguntaban insistentemente por los jefes paramilitares que los habían reclutado.
"'El 'Payaso' nos preguntaba dónde estaban los jefes paracos (paramilitares), pues creían que éramos reclutados por los paracos", dijo el joven, quien trabaja en Venezuela como cargador de mercancía en camiones, según informó el diario 'El Tiempo'.
El defensor del pueblo de Colombia destacó la colaboración eficaz de las autoridades de Venezuela para el proceso de repatriación de los cadáveres a Colombia.
El Gobierno de Colombia atribuyó la masacre al "terrorismo", pidió a Venezuela realizar una investigación que permita llevar a la cárcel a los responsables y ofreció a Caracas su colaboración para identificar y capturar a los autores de la masacre.