BUENOS AIRES, 11 Dic. (EP/AP) -
Enemistados al punto de intercambiar recriminaciones e insultos a fines de noviembre, los mandatarios de Colombia, Alvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, compartieron el salón donde prestó juramento su nueva homóloga, la presidente argentina, Cristina Fernández.
Uribe y Chávez ni se saludaron. "No me crucé con el presidente Chávez", declaró Uribe a los periodistas. Pero si lo hubiera hecho "hubiera procedido a la altura" de un jefe de Estado y le saludaría, agregó el mandatario colombiano.
Uribe, en cambio, sí saludó a otras dos asistentes al acto: la senadora colombiana opositora Piedad Córdoba y a Yolanda Pulecio, madre de la ex candidata presidencial colombo-francesa Ingrid Betancourt, secuestrada desde hace casi seis años en las selvas colombianas a manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Las relaciones de Colombia y Venezuela entraron en crisis cuando Chávez y Uribe se enzarzaron en un duro intercambio de insultos a raíz de la decisión de Bogotá de poner fin a las gestiones del presidente venezolano y la senadora Córdoba ante las FARC para lograr un canje de secuestrados por rebeldes presos.