Actualizado 07/06/2009 21:53

Colonos buscan tomar control en Jerusalén del Este

Por Joseph Nasr

JERUSALEN (Reuters/EP) - Los colonos israelíes están librando batallas judiciales para desalojar a decenas de palestinos de en un barrio de Jerusalén del Este, una medida que amenaza con aumentar el distanciamiento de Israel con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.

Los colonos intentan recuperar parcelas de tierra en el barrio Sheikh Jarrah, que según ellos eran propiedad de judíos antes de la creación de Israel en 1948. Ya han adquirido los derechos de propiedad de seis casas árabes, cuyos residentes fueron desalojados.

Los palestinos y grupos israelíes defensores de derechos humanos afirman que los colonos están tratando de desalojar a otras 27 familias de 28 edificios.

"Detengan la limpieza étnica", dice un cartel afuera de la casa de Maher Hanun, de 51 años y padre de tres hijos, quien se enfrenta a una fecha límite el 19 de julio para desalojar el recinto en Sheikh Jarrah, cerca de la ciudad antigua de Jerusalén.

Tales actos podrían ensombrecer las relaciones de Israel con su principal aliado, Estados Unidos.

Obama reiteró su pedido a Israel para que detenga las actividades en los asentamientos durante una reunión hace dos semanas con el presidente palestino, Mahmood Abbas.

Los colonos se han mudado a seis edificios árabes en Sheikh Jarrah, hogar de consulados y modernos restaurantes. Hombres armados vigilan los edificios donde los colonos han izado banderas israelíes para afirmar el dominio judío.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido no aceptar límites a los edificios de enclaves judíos dentro de Jerusalén, incluyendo el este árabe. También ha rechazado los pedidos de Estados Unidos por la completa detención de los asentamientos en la ocupada Cisjordania.

Abbas ha señalado que Jerusalén del Este será la capital de un futuro estado palestino que quiere fundar en Cisjordania y la Franja de Gaza.

Israel capturó Jerusalén del Este en la guerra de Oriente Medio de 1967 y considera a toda la ciudad como su capital "unida y eterna", afirmación que no cuenta con reconocimiento internacional.

"¿Por qué deberíamos ser desalojados de hogares en los que nosotros y nuestros hijos nacimos, sólo para hacer más lugar para los asentamientos judíos?", planteó Hanun, cuya familia ha estado viviendo en la casa desde 1956.

VIEJAS HOSTILIDADES

Los colonos han buscado infructuosamente el permiso de la municipalidad de Jerusalén para arrasar con 28 casas palestinas en la zona que rodea la casa de Hanun, a fin de hacer lugar a 200 unidades de vivienda y un jardín público, según muestran los archivos en internet del municipio israelí.

Pero están ganando batallas legales en la justicia israelí, la cual reconoce documentos antiguos de mandatos otomanos y británicos que muestran que los judíos poseían parcelas en Jerusalén del Este, donde los árabes construyeron sus casas.

Una familia árabe fue desalojada en noviembre y los Hanun y sus vecinos tienen hasta el 19 de julio para cumplir con las órdenes de desalojo o serán removidos y se les cobrará duras multas.

"Estos proyectos fortalecen el control israelí de esta zona y frustran la posibilidad del acuerdo de futuras fronteras para Jerusalén", dijo en un informe el grupo de derechos humanos Ir Amim, o Ciudad de Naciones, fundado en el 2004 para promover la igualdad en la ciudad.

El reporte indicaba que la justicia israelí no acepta similares reclamos árabes por tierras y propiedades en Jerusalén occidental.

El exclusivo barrio de Talbieh abunda de antiguas casas de piedra blanca, cuyos propietarios palestinos huyeron o fueron forzados a irse durante la guerra por la creación de Israel en 1948.

"No sólo están robándose nuestras casas, sino nuestros sueños, recuerdos y esperanzas también", dijo Hanun.

Unos 260.000 árabes, en su mayoría musulmanes, viven en Jerusalén del Este. Portan documentos de identidad emitidos por Israel, los cuales les dan acceso a servicios de salud y bienestar, además de una libertad de movimiento negada a los palestinos en Cisjordania.

Pero pocos han aceptado la posibilidad de una total ciudadanía israelí.