Actualizado 11/07/2009 16:59

Combates entre tropas somalíes e insurgentes dejan 20 muertos

Oor Abdi Guled

MODADISCIO (Reuters/EP) - Los enfrentamientos entre insurgentes islámicos y tropas somalíes causaron la muerte de 20 personas el sábado, incluyendo un alto funcionario de la policía y un militante extranjero tras los peores combates vistos en una semana, dijeron residentes.

El Gobierno del jeque Sharif Ahmed, apoyado por Occidente, está luchando por retomar el control de la nación del Cuerno de Africa y la capital Mogadiscio de manos de combatientes islámicos de oposición que buscan derrocarlo.

Soldados del Gobierno avanzaron en medio de la batalla hacia algunos bastiones rebeldes en el norte Mogadiscio, donde ambos bandos intercambiaron fuego de morteros y armas automáticas, señalaron residentes.

"Las calles son intimidantes y huelen a sangre hoy", dijo el conductor de ambulancias Ali Musa, a Reuters.

Un alto funcionario de la policía dijo que el director del departamento de seguridad de Mogadiscio murió en los combates temprano el sábado.

El Gobierno mostró el cuerpo de una persona que según dijo era un ciudadano afgano que luchaba junto a Hizbul Islam, un grupo de oposición liderado por un combatiente de línea dura, el jeque Hassan Dahir.

"Era un alto comandante afgano que luchaba con hombres anti paz contra el Gobierno. El tiene el pasaporte de su país", sostuvo a Reuters el portavoz militar Farhan Arsanyo.

"Hemos capturado a otros (rebeldes) de Pakistán, Afganistán y Yemen y los mostraremos pronto", señaló.

Los rebeldes de Al Shabaab y sus aliados tienen el control de zonas del sur y centro de Somalia y han arrinconado a las tropas de Gobierno y la fuerza de la Unión Africana de 4.300 soldados en una área de unas pocas cuadras en Mogadiscio.

Naciones Unidas y la Unión Africana afirman que cientos de combatientes extranjeros están luchando junto a al Shabaab en Somalia, que no ha tenido un sólido Gobierno central desde 1991.

Agencias de seguridad de Occidente temen que Somalia, con su extensa costa y porosas fronteras, se convierta en un escondite para militantes extranjeros que buscan asaltar la región y otros lugares.