Actualizado 04/03/2011 09:47

Comienza el juicio contra Alan Gross en medio de tensiones entre Cuba y EEUU

Contratista estadounidense Alan Gross
HO NEW / REUTERS


MADRID, 4 Mar. (EUROPA PRESS) -

El juicio contra el contratista estadounidense Alan Gross por delitos contra la seguridad del Estado comenzará este viernes en medio de marcadas tensiones entre Washington y La Habana, ante los fracasados intentos de acercamiento entre ambas naciones que mantienen rotas sus relaciones desde hace medio siglo.

La Fiscalía cubana ha pedido 20 años de prisión contra Gross por el delito de "actos contra la independencia o la integridad del Estado". La Casa Blanca ha rechazado la postura asumida por el régimen de Raúl Castro alegando que la misión del contratista era facilitar a grupos de judíos el acceso a Internet, servicio restringido en la isla.

Gross, de 61 años, fue detenido en diciembre de 2009 en La Habana, acusado de distribuir ilegalmente equipos de comunicación satelital como subcontratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) que financia, entre otras cosas, programas destinados a promover la democracia en la isla.

El acusado deberá responder solo ante cinco jueces y no ante un jurado. El juicio será oral y podrán participar los representantes consulares norteamericanos, sus familiares y los abogados. Se espera que el Tribunal Provincial de La Habana dicte sentencia 24 horas después de culminar el proceso.

Gross estuvo arrestado 14 meses sin que se conocieran los cargos en su contra. A comienzos de febrero la Fiscalía presentó su solicitud de 20 años de prisión por delitos contra el Estado y no fue sino hasta la semana pasada que se asignó una fecha para el juicio.

"Esperamos que reciba un juicio justo y le permitan venir a casa. Lo que hizo no es un crimen", dijo en su cuenta en Twitter el portavoz del Departamento de Estado, PJ Crowley, poco después de conocer la fecha del proceso judicial.

ABOGADA POLÉMICA

Su abogada será Nuris Piñero Sierra, quien representa además a los cinco cubanos condenados hace doce años en Estados Unidos por delitos relacionados con espionaje y que son considerados "héroes" por el Gobierno de Castro.

La designación de Piñero Sierra ha despertado escepticismo en la disidencia. Wilfredo Vallín, presidente de una asociación de abogados de oposición en Cuba, ha tildado irónicamente este hecho como una "coincidencia".

"Tenerla a ella como abogada defensora del señor Gross es significativo", ha asegurado Vallín. "Ella lo va a defender sin límite alguno, eso es seguro. Ellos tienen que, aunque sea, cumplir con las apariencias de darle un juicio justo", ha dicho en declaraciones citadas por 'El Nuevo Herald'.

Por su parte, Tim Ashby, ex especialista en Cuba del Departamento de Comercio en Washington, ha indicado que la letrada "es muy competente y tiene buena reputación". "Supongo que presentará a Gross como víctima de la inteligencia de Estados Unidos, más que como alguien que intentó atentar contra el Estado cubano", ha afirmado, según Reuters.

Algunas especulaciones han surgido sobre la posibilidad de que La Habana pretenda hacer un canje de Gross por estos cinco cubanos que son protagonistas de una intensa campaña internacional del régimen castrista, que ya ha agotado todas las vías legales para lograr su liberación.

El jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, Jonathan Farrar, ha dicho recientemente en una entrevista a Voice of America que ambos gobiernos no han planteado "nunca" la posibilidad de hacer un intercambio. "Son casos completamente distintos. No hay una conexión entre uno y otro", ha enfatizado.

El caso Gross se ha convertido en un elemento perturbador en los intentos de acercamiento entre ambas naciones enemigas. Washington ha dicho que la encarcelación del contratista es un "impedimento importante" en el avance de las negociaciones bilaterales.

"El juicio sirve al Gobierno cubano para generar tres efectos: movilizar el sentimiento nacionalista de la población, disuadir de modo ejemplarizante la participación en programas de cambio de régimen y generar un efecto internacional de repulsa a la política norteamericana hacia Cuba", ha explicado Arturo López-Levy, un experto de la University of Denver, citado por Reuters.

Su esposa, Judy Gross, ha expresado a Raúl Castro su preocupación por el estado de salud del contratista a través de una carta en la que además le implora su liberación. Según sus familiares, el acusado ha perdido 41 kilos desde que fue arrestado y padece también de una delicada artritis.