Por Susan Heavey y Donna Smith
WASHINGTON (Reuters/EP) - Los demócratas aprobaron el viernes una reforma al sistema de salud de Estados Unidos en una comisión clave del Congreso, pero la lucha sobre la principal meta de política interna del presidente Barack Obama saldrá de Washington debido a un receso de los legisladores.
Mientras los sondeos de opinión muestran que el público está cauteloso por el posible costo y rango de la ley de salud, los demócratas dijeron que necesitan que Obama mantenga la presión mientras promueven el plan en sus distritos para controlar los costos, mejorar la protección y cobertura de 46 millones de estadounidenses sin seguro médico.
"Necesitamos salir y lograr un caso admirable durante agosto", comentó ante reporteros el asesor político de la Casa Blanca David Axelrod, tras reunirse con demócratas de la Cámara de Representantes.
El tercer y último panel de la Cámara, la Comisión de Energía y Comercio, aprobó la ley de salud por 31 votos a favor y 28 en contra después de aceptar cambios para lograr los votos de algunos conservadores y mantener el respaldo de los liberales. Cinco demócratas se sumaron a todos los republicanos de la comisión, que votaron en contra del proyecto.
Con un precio estimado de un billón de dólares en 10 años, el proyecto crea un nuevo programa de seguro de salud operado por el Gobierno y permite a los estados el crear cooperativas sin fines de lucro para competir con aseguradoras privadas.
Entre las reformas a los seguros, la ley prohibiría a las aseguradoras que rechacen cubrir a una persona si ya presenta una condición médica. A la mayoría de los grandes empleadores se les exigirá ayudar a brindar seguro a sus trabajadores, y se aumentarán los subsidios para la cobertura individual.
Obama ha apostado gran parte de su suerte política a lograr la reforma de 2,5 billones de dólares al sistema de salud este año para ampliar la cobertura de salud para la mayoría de los estadounidenses y controlar los elevados costos médicos. Ha dicho que la reforma es clave para la recuperación económica.
Durante el receso del verano boreal, se espera que los legisladores regresen a sus distritos e intenten convencer al público de su postura ante el tema de la salud.
Los republicanos intentarán detener la ley afirmando que disminuirá la competencia y entrometerá al Gobierno en la decisiones de personales de salud.
El Comité Nacional Republicano está gastando cerca de un millón de dólares en publicidad en radio y televisión en 33 estados, intentando convencer a los líderes del Senado y a los conservadores de la Cámara de Representantes.
Muchos demócratas conservadores podrían ser vulnerables a las elecciones del 2010, una razón por la que Obama y sus correligionarios que controlan el Congreso buscan aprobar la le antes de fines de año.
En cuanto a los demócratas, la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, ha criticado a la industria de los seguros, que, a diferencia de los hospitales y las compañías de medicinas, no ha encontrado maneras de ayudar a pagar la reforma de salud.
Los demócratas ven a las compañías de seguros con altos costos y restricciones a la cobertura de salud como un blanco fácil para las críticas populistas.
"DIAS DE GLORIA"
"Los días de gloria están llegando a su fin para la industria de los seguros de salud en nuestro país", dijo Pelosi, agregando que los demócratas responderían a la "campaña de bombardeo" de la industria para mantener el status quo.
Muchos grupos de consumidores y de la industria que respaldan la reforma a la salud planean expresarse, entre ellos el grupo AARP y la Asociación Médica Estadounidense.
Si bien el presidente ha fijado la meta general, ha dejado los detalles complejos a los legisladores de la Cámara y el Senado, que ahora están trabajando en leyes de reforma específicas.
Ese esfuerzo recibió un duro golpe el jueves, cuando los demócratas del Senado dijeron que no han logrado suficientes avances en su intento por alcanzar un acuerdo bipartidista que permita una votación en la Comisión de Finanzas antes del receso.
En la Cámara los líderes demócratas accedieron a un paquete de cambios que incluye ahorros en los costos de los medicamentos, incluyendo una ampliación a los subsidios para los pobres, para tranquilizar a los liberales molestos por acuerdos previos alcanzados con los conservadores del partido.
"Hemos acordado que necesitamos trabajar juntos", dijo el presidente de la Comisión de Energía y Comercio, Henry Waxman, a periodistas.
La comisión también revirtió una prohibición a que el gobierno negocie con fabricantes por medicinas de menores precios para Medicare, el programa de seguro del Gobierno para los ancianos y discapacitados, y mientras permite medicinas mas económicas, accedieron a dar las grandes farmacéuticas 12 años de protección contra los genéricos para sus remedios más caros.