QUITO, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Justicia ecuatoriana ha condenado este lunes a tres años de cárcel a siete policías acusados de incitar a la rebelión contra el presidente, Rafael Correa, el 30 de septiembre de 2010, en un hecho conocido en el país como el '30-S' y denunciado por el Gobierno como un intento de golpe de Estado.
Los siete agentes han sido declarados culpables de "incitación a la rebelión" mediante la utilización de la Central de Radio Patrulla durante la revuelta policial, según ha notificado el Tribunal Séptimo de Garantías Penales de la provincia ecuatoriana de Pichincha.
La Fiscalía defiende que este grupo de policías instó, a través de la Radio Patrulla, a otros uniformados a sumarse a los disturbios durante el '30-S'. Por estos hechos también han sido condenados a nueve meses de cárcel dos gendarmes, en calidad de encubridores, tal y como ha añadido la agencia de noticias estatal, ANDES.
De acuerdo con la sentencia, los condenados "incitaron a la insurrección en contra del gobierno, poniendo en riesgo la seguridad ciudadana". En cualquier caso, los agentes aún tienen la posibilidad de recurrir el fallo judicial.
Los hechos ocurrieron el 30 de septiembre de 2010, cuando un grupo de policías se manifestó en demanda de mejoras laborales, lo que derivó en incidentes violentos que obligaron al presidente de Ecuador a esconderse en el interior de un hospital. Correa tuvo que esperar allí ocho horas hasta la llegada del Ejército. El suceso se saldó con diez personas fallecidas y, al menos, 300 heridos.