Publicado 20/01/2016 02:19

Condenan a 30 años al coronel González del Río por 'falsos positivos'

EJÉRCITO
REUTERS


BOGOTÁ, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

El coronel retirado del Ejército colombiano Robinson González del Río ha sido condenado este martes a 30 años de cárcel por 31 casos de 'falsos positivos', como se conoce popularmente a las ejecuciones extrajudiciales de civiles presentados como guerrilleros caídos en combate.

La justicia le atribuyó más de 40 casos de ejecuciones extrajudiciales, él aceptó cargos para recibir beneficios y un juez de Antioquia le ha relacionado directamente con 31 homicidios, por lo que le condena a 30 años de prisión y le inhabilita 20 años para ejercer cargos públicos.

Los hechos habrían tenido lugar entre 2006 y 2009 en los departamentos colombianos de Antioquia, Cauca y Caldas, cuando Gonzales del Río ocupó el cargo de comandante del batallón Mártires de Puerres. Actualmente se encuentra detenido en la cárcel Picota, en el sur de Bogotá.

Ante el juez, Gonzales del Río ha reconocido que ordenó a sus soldados asesinar en catorce operativos a campesinos inocentes con el objetivo de que su batallón obtuviese reconocimientos por el número de guerrilleros muertos en combate, tal y como ha informado la emisora colombiana Caracol Radio.

De esta forma, aceptó los cargos de "concierto para delinquir agravado, homicidio en persona protegida, falsedad ideológica en documento público y porte, fabricación y uso de armas".

González del Río tiene otros casos abiertos, ya que lideró una red --compuesta por quince personas--, que controlaba el 60 por ciento de todo el tráfico de armas de corto y largo alcance existente entre miembros del Ejército y civiles, según un informe del Cuerpo Técnico de Investigación.

Esta red de tráfico de armas se dedicaba a robar material militar en las armerías del Ejército para venderlo o alquilarlo presuntamente a la banda criminal de 'Los Urabeños'.

"El 'modus operandi' de la estructura consistía en extraer material de guerra y repuestos de los armerillos ubicados en distintas partes del país, a través de suboficiales responsables de los mismos, para luego utilizando la investidura militar transportarlos y así burlar los retenes policiales", añade el texto.