Actualizado 23/04/2010 20:06

El Congreso nicaraguense reanuda las sesiones después de 3 días de protestas

Partidarios del FSLN se manifiestan en las calles de Managua
Reuters


MANAGUA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Congreso de Nicaragua reanudó este jueves las sesiones después de tres días de intensas protestas y enfrentamientos entre legisladores de la oposición y del Gobierno por un decreto presidencial emitido en enero que prorroga el mandato de algunos funcionarios.

La sesión del jueves se extendió por más de dos horas y se desarrolló sin incidentes, pese a que en el exterior de la Asamblea Nacional decenas de partidarios del mandatario Daniel Ortega lanzaban piedras contra el edificio.

La oposición insiste en anular el decreto presidencial que prorroga el mandato de 25 funcionarios de los diferentes poderes del Estado a la espera de que el Congreso decida sus reemplazos, lo que ha generado una crisis institucional sin precedentes en Nicaragua.

El presidente del Parlamento nicaragüense, René Núñez, dijo que para resolver esta crisis es necesario que tanto los congresistas de oposición como los del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) se sienten a negociar.

"¿Cuándo se va a negociar y cómo? Eso va a depender de las circunstancias y de la situación", afirmó Núñez, al asegurar que hay "disposición" de parte del oficialismo para iniciar conversaciones con los opositores al Gobierno de Ortega.

Pese al inicio de las sesiones, en Managua se sigue respirando una tensa calma ante la posibilidad de que continúen las manifestaciones de los sandinistas a los que han atribuido los ataques a medios de comunicación y a sedes de partidos políticos ocurridos en los últimos dos días.

INJERENCIA EXTRANJERA

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, había expresado esta semana "su profunda preocupación" por la situación que ha tenido lugar en Nicaragua en los últimos días y abogó por "la necesidad de preservar la institucionalidad y respetar a las distintas autoridades constituidas".

Una declaración similar dieron representantes de Estados Unidos que expresaron su apoyo a la OEA y exhortaron al Gobierno de Ortega a poner fin a la violencia de la que han sido víctimas algunos opositores y que ha sido promovida por simpatizantes sandinistas.

Managua, en cambio, respondió con un comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores en el que "lamenta el profundo desconocimiento acerca de la realidad coyuntural nicaragüense" y pide a Insulza abstenerse "de brindar declaraciones con ribetes injerencistas y basadas únicamente en reportes mediáticos parciales, de medios de comunicación enemigos" de Ortega.

En el texto, el Gobierno se refieren a los últimos hechos ocurridos como "situaciones que se producen en Nicaragua y en muchos países del mundo, y que son simplemente expresiones legítimas de los pueblos, ante hechos que no responden a los intereses populares".