MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -
Corea del Sur y Estados Unidos prevén el anuncio, en próximas fechas, de la suspensión de un ejercicio aéreo conjunto, por segundo año consecutivo, para ahorrarse un nuevo episodio de tensión con Corea del Norte, que entiende estos ensayos como una demostración de fuerza y un acto de agresión, según fuentes próximas al Gobierno surcoreano.
"Ambos países comparten la misma opinión sobre el aplazamiento de las maniobras 'As Vigilante'", según estas fuentes, en declaraciones a la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap.
Aunque la decisión final se tomará a finales de este mes en el encuentro que mantendrán el secretario de Defensa estadounidense, Mark Esper, y su homólogo surcoreano, Jeong Kyeong Doo, "ambas partes ya están considerando seriamente la posibilidad de realizar sus propios ejercicios por separado".
No es la primera vez que se da un caso así, y esta vez ocurre en un momento especialmente sensible porque Estados Unidos está intentando reactivar las conversaciones de desarme con Corea del Norte.
Un ejercicio como 'As Vigilante', que moviliza a cerca de 270 aviones de combate, entre ellos F-22 o F-35A, capacitados para esquivar el radar, podría declarar el estado de alerta máxima en Pyongyang y el consiguiente lanzamiento de misiles norcoreanos a zonas deshabitadas, próximas a Japón o a Corea del Sur, como gesto de desafío.