Publicado 12/11/2020 20:10

Coronavirus.- AI denuncia que Siria continúa sin tener una "respuesta sólida" a la propagación del coronavirus

Un trabajador sanitario en un hospital especial para casos de coronavirus en Idlib, en el noroeste de Siria
Un trabajador sanitario en un hospital especial para casos de coronavirus en Idlib, en el noroeste de Siria - Anas Alkharboutli/dpa - Archivo

La COVID-19 ha añadido más presión a su sistema sanitario, ya diezmado por casi una década de conflicto

MADRID, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado este jueves que el Gobierno sirio continúa sin tener una "respuesta sólida" a la propagación de la COVID-19, ocho meses después de que se declara la pandemia.

De forma paralela, la organización ha censurado que el Ejecutivo de Siria no protege "adecuadamente" a su personal sanitario de la enfermedad y que se niega a proporcionar información "transparente y coherente" sobre el alcance de la pandemia en el país.

"El deteriorado sistema de salud de Siria ya estaba al límite antes de la pandemia", ha recordado la investigadora de AI sobre Siria Diana Semaan, agregando que "ahora, la falta de transparencia gubernamental sobre la magnitud del brote de COVID-19, su inadecuada distribución de equipo de protección individual y la falta de pruebas diagnósticas, ponen aún más en peligro al personal sanitario y a la población en general".

Familiares de personas contagiadas de COVID-19, profesionales sanitarios y trabajadores de ayuda humanitaria han relatado a AI que los hospitales públicos se han visto obligados a rechazar pacientes a causa de la falta de camas, bombonas de oxígeno y respiradores.

Según AI, algunos residentes, "desesperados", han tenido que alquilar bombonas de oxígeno y respiradores a precios "exorbitantes". "Miles de vidas, incluidas las de trabajadores y trabajadoras de la salud, continúan en peligro al no haber información transparente y efectiva ni pruebas diagnósticas", ha aseverado la organización.

La COVID-19 ha añadido más presión al sistema sanitario de Siria, ya diezmado por casi una década de conflicto. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), sólo el 50 por ciento de los hospitales del país están funcionando a pleno rendimiento, el 25 por ciento funcionan parcialmente a causa de la escasez de personal, equipo o medicamentos o de los daños en los edificios hospitalarios y el 25 por ciento restante no funciona en absoluto.

AI ha manifestado que el Ministerio de Salud no publica información sobre el impacto de la COVID-19 en el personal sanitario, y la única información disponible es la que el Ministerio proporciona a la ONU.

Hasta octubre, un total de 193 trabajadores y trabajadoras de la salud habían dado positivo en COVID-19, pero los indicios sugieren que la cifra podría ser mucho más alta, ya que apenas se realizan pruebas.

Según los informes recogidos por la organización, 11 trabajadores y trabajadoras de la salud han muerto de COVID-19, pero el sindicato de médicos de Siria ha informado de que al menos 61 miembros del personal sanitario habían muerto por la enfermedad hasta agosto de 2020.

CIFRAS INFERIORES A LAS REALES

Asimismo, AI ha destacado que las autoridades sirias parecen estar proporcionando unas cifras de COVID-19 "considerablemente inferiores a las reales", subrayando que la revelación de información "exacta y actualizada" sobre la propagación del virus es "fundamental" para abordar de manera efectiva la pandemia.

El 22 de marzo, el Gobierno de Siria declaró el primer caso de COVID-19. A 10 de noviembre, el Ministerio de Salud ha informado de 6.352 casos de COVID-19, con 325 muertes.

El 29 de agosto, secretario general adjunto en funciones para Asuntos Humanitarios y subcoordinador de Ayuda de Emergencia, Ramesh Rajasingham, dijo al Consejo de Seguridad de la ONU que "los informes sobre la saturación de los centros de salud, sobre las crecientes cifras de muertes y sobre el número de enterramientos parecen indicar que los casos reales superan con creces las cifras oficiales".

Además, agregó que los casos no se podían rastrear hasta su origen, lo que indicaba también unos sistemas deficientes de realización pruebas y rastreo para controlar los brotes de la enfermedad.

Así las cosas, Amnistía Internacional ha pedido al Gobierno sirio que mejore su respuesta de salud pública, garantizando un acceso "adecuado" a una atención de la salud de calidad para todas las personas, y garantizando también que el personal sanitario tiene acceso al equipo de protección que necesita.

"Con carácter de urgencia, el Gobierno sirio debe garantizar que el personal sanitario que atiende a pacientes de COVID-19 está protegido con equipos adecuados y recibe formación sobre cómo utilizar esos equipos", ha reiterado Semaan, agregando que "si el Gobierno no tiene capacidad para ello, debe pedir apoyo adicional a las organizaciones internacionales de salud que trabajan en zonas bajo su control".