MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, ha achacado este lunes el repunte de casos de coronavirus en Cisjordania a la falta de control sobre los pasos fronterizos y ha reclamado al Gobierno de Israel que proceda a su cierre.
Shtayé ha vuelto a acusar a las autoridades israelíes de aplicar medidas "racistas" para socavar los esfuerzos palestinos para luchar contra la pandemia, al tiempo que ha desvelado que la Autoridad Palestina llevará la situación ante Naciones Unidas.
Asimismo, ha manifestado que el 82 por ciento de los pacientes contrajeron el virus en bodas y funerales, mientras que el otro 18 por ciento son trabajadores en Israel y personas que han viajado desde Israel a Cisjordania o viceversa.
Por ello, ha pedido a los líderes palestinos que adopten un "código de honor" que prohíba bodas y funerales en todos los distritos cisjordanos hasta que termine la crisis, al tiempo que ha señalado que las autoridades impondrán multas a aquellos que no cumplan las regulaciones para hacer frente a la pandemia.
La portavoz del Ministerio de Sanidad palestino, Mai al Kailé, ha indicado que durante las últimas 24 horas se han detectado 64 nuevos casos y un fallecido, lo que sitúa los totales en 4.786 y 21, respectivamente.
En este sentido, ha sostenido que un total de 4.339 casos han sido detectados en Cisjordania, mientras que 447 han sido confirmados en Jerusalén Este y 72 en la Franja de Gaza, según ha recogido la agencia palestina de noticias WAFA. Por otra parte, 665 personas se han recuperado de la COVID-19.
El Gobierno palestino declaró desde el viernes un confinamiento de cinco días en Cisjordania a causa de un drástico repunte de los casos de coronavirus, que había superado la barrera del centenar diario durante las jornadas previas.