MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Sanidad italiano ha informado este lunes de 7.970 nuevos contagios y 307 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas contabilizadas, unas cifras que suponen una caída en el número de nuevos casos con respecto al domingo (11.641) y un aumento en el de decesos (270).
El país transalpino acumula desde el inicio de la pandemia 2.644.707 casos confirmados y 91.580 víctimas mortales, según el balance oficial, que incluye además 15.082 altas para un total de 2.133.523. Por tanto, hay 419.604 casos activos en total, 7.420 menos que el domingo.
Desde el 25 de enero el número de nuevos casos no supera el de la suma de pacientes recuperados y fallecidos, lo que permite a la curva de casos activos seguir descendiendo.
El domingo se conoció el resultado de 144.270 pruebas del coronavirus entre pruebas de antígenos y PCR y la tasa de positivos ha sido del 5,5 por ciento, una tasa que también está en caída clara desde el 15 de enero.
Estos datos dan un respiro al sistema sanitario italiano, ya que hay 261 camas ocupadas menos en las últimas 24 horas (142 menos el domingo), para un total de 19.527 hospitalizados. El número de camas ocupadas en cuidados intensivos ha bajado en 36 (tres menos el sábado), con lo que el total de pacientes graves asciende a 2.143. Además hay más de 2,5 millones de italianos vacunados.
Pese a los datos positivos en global, la provincia de Perugia, en el centro del país, retomará el confinamiento durante al menos dos semanas tras la detección de variantes del coronavirus más contagiosas que la original. Así, Perugia y varios municipios de la vecina región de Terni, también perteneciente a la región de Umbría, han pasado este lunes a la "zona roja" del sistema de alerta oficial.
Así, bares, restaurantes y la mayoría de los comercios deberán permanecer cerrados, no se permite comer ni beber en público y solo se puede salir de casa por motivos justificados. Los estudiantes retoman además la enseñanza a distancia.