MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Líbano ha confirmado este miércoles un nuevo máximo diario de casos de coronavirus, con cerca de 1.500 contagios, cuatro días después de la entrada en vigor del confinamiento de más de cien localidades del país a causa del repunte registrado durante las últimas semanas.
El Ministerio de Sanidad ha indicado a través de su cuenta en la red social Twitter que durante las últimas 24 horas se han registrado 1.459 casos y nueve fallecidos, lo que sitúa los totales en 48.377 y 433, respectivamente, desde el inicio de la pandemia.
Asimismo, ha señalado que en estos momentos hay 630 personas hospitalizadas a causa de la COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, incluidas 167 en cuidados intensivos, al tiempo que ha cifrado en 21.080 los pacientes que se han recuperado.
El director del hospital Rafik Hariri de Beirut, Firas Abiad, ha subrayado a través de Twitter que "las cifras no son buenas" y que "la práctica totalidad de las camas" del centro médico "están ocupadas".
Por su parte, representantes de varios sindicatos médicos han alertado durante la jornada sobre una posible "catástrofe" a causa de la presión que supone la pandemia sobre los centros sanitarios, según ha informado el diario libanés 'L'Orient le Jour'.
El ministro de Sanidad en funciones de Líbano, Hamad Hasán, afirmó el lunes que los confinamientos impuestos desde el domingo en 110 localidades del país son "la última oportunidad" para evitar un escenario "a la europea".
Las autoridades libanesas habían afirmado recientemente que empezarían a aplicar un nuevo "sistema zonal" para intentar contener la pandemia. El primer ministro en funciones, Hasán Diab, afirmó el 1 de octubre que el sistema se fundaría en un "sistema de semáforo" con tres colores.
De esta forma, Diab sostuvo que las "zonas rojas", consideradas de alto riesgo y en las que se aplicarán los confinamientos, serían aquellas con una tasa de incidencia acumulada de más de ocho casos cada 100.000 personas durante los catorce días anteriores.
La preocupación a nivel nacional e internacional aumentó a raíz de las explosiones en Beirut, que dejaron al menos 200 muertos y causaron un devastador impacto a nivel de daños materiales, así como la suspensión temporal de las operaciones de rastreo de contactos.